La normativa ambiental británica que se aplica a un espacio natural para que sea un cementerio verde es de gran interés. Más de 280 cementerios naturales prueban que no son un problema ni ambiental ni sanitario.
La experiencia británica de estándares para un entierro natural y la normativa ambiental para aplicar a un espacio natural para que sea un cementerio verde o natural es muy sólida.
Es una garantía que ninguno de los cementerios naturales creados en el Reino Unido ha causado problemas ni ambientales ni sanitarios.
Otros países, incluido España podrían estudiar esta acertada normativa para inspirarse y facilitar la inhumación directa al suelo en los cementerios naturales o verdes.
Bueno para la naturaleza y el recuerdo memorial
Un cementerio natural o verde (green burial) es una área para enterrar seres humanos situada en medio de la naturaleza (green burial sites are often in areas such as woodlands, nature reserves and gardens).
Es pues una alternativa al entierro en un cementerio convencional. Sin embargo, en Europa, esta opción de entierro en la naturaleza sólo está autorizada en el Reino Unido y puntualmente en algún cementerio de otros países de la Unión Europea.
Un cementerio verde es pues un espacio libre de la infraestructura de las tumbas, mausoleos o nichos en hormigón y en los que no hay elementos identificativos personales ni ostentosos, ya que en el caso que existan algún recordatorio se limita a elementos mínimos y a menudo efímeros.
El cementerio verde es un lugar de entierro diseñado para reducir el impacto ambiental de un servicio funerario convencional. En el Reino Unido, uno de los países donde se han desarrollado de forma importante, estos están sometidos a un normativa gubernamental, sencilla pero efectiva.
Para poder disponer de la licencia necesaria para crear y gestionar un espacio natural como cementerio verde hay que disponer del asesoramiento de una entidad experta sobre el tema, en el Reino Unido es el Natural Death Center, y además cumplir especialmente con las normas de protección de las aguas subterráneas (1).
Un sitio de entierro natural (natural burial) sólo se autoriza si este no está ubicado en una zona de protección de aguas superficiales o subterráneas y además cumple con la condición de estar situado por lo menos a 250 metros de cualquier pozo o manantial de suministro de agua para consumo humano o que se use en la producción de alimentos, por ejemplo, en las granjas lecheras.
También debe estar a más de 30 metros de cualquier manantial o curso de agua que no se utilice para consumo humano o que no se use en la producción de alimentos y a más de 10 metros de cualquier drenaje de campo, incluidas las pequeñas torrenteras.
Tutela gubernamental
La Agencia de Medio Ambiente del Reino Unido es la encargada de recibir las solicitudes y estudiar si las mismas cumplen con la legislación prevista.
Entre los datos que se consideran es el número de entierros previstos en el área natural. Se trate de un sólo entierro o un número determinado, ninguno de ellos deben afectar a la calidad del agua subterránea.
La Agencia de Medio Ambiente para la protección de las aguas subterráneas (SEPA) de Escocia (2) aportó una guía simplificada para hacer comprensible la normativa de protección de las aguas subterráneas de los cementerios.
Condiciones razonables
Las observaciones experimentales sugieren que más de la mitad de la mínima alteración edáfica causada por un cadáver se filtra al suelo en el primer año y se reduce a la mitad año tras año. Menos de 0,1% del total de los compuestos nitrogenados originales permanecen después de 10 años.
Cuando el cementerio no cumple con los requisitos especificados, el promotor puede considerar modificar el diseño del terreno para cumplir con estos requisitos.
Muchos sitios sufren restricciones relacionadas con la topografía o los niveles de agua subterránea.
Si una parte del sitio no es adecuada para entierros, no es necesario rechazar todo el sitio ya que se puede realizar una zonificación interna del sitio de acuerdo con las condiciones del sitio puede ser apropiada como se muestra en las Figuras 1 y 2.
Los entierros naturales de personas o animales están libres de emitir sustancias peligrosas y contaminantes para las aguas subterráneas, pero deben estar sujetos a los requisitos de la Directiva Marco de Aguas Subterráneas 2006/118 (3) de la Unión Europea y que recoge el Reglamento de Permisos Ambientales del Reino Unido.
Cuando se presenta la documentación acreditativa de cumplimiento de la normativa sobre la protección de las aguas subterráneas, la Agencia de Medio Ambiente del Reino Unido puede presentar alegaciones a las características del lugar de entierro para prevenir o buscar medidas correctivas.
La Agencia vela para garantizar la nula contaminación de las aguas para el suministro humano como los que se fijan en la Guía de evaluación de riesgo de aguas subterráneas.
Inócuos para las aguas y el suelo
Los entierros directos en el suelo en un cementerio verde no pueden afectar el nivel freático del agua subterránea y deben estar suficientemente alejados de este. Así se consigue que no lleguen sustancias tóxicas a las aguas de escorrentía.
Puntualmente, entre las medidas correctoras se puede obligar a un drenaje artificial y disponer de una planta específica para su depuración.
De ahí que la Agencia Medio Ambiental solicita una evaluación hidrogeológica de los riesgos presentes y futuros así como los planes para revisiones continuas del sitio, incluido el monitoreo a largo plazo (4).
Esto se considera imprescindible cuando el lugar de entierro ha solicitado autorización para un potencial de más de 100 entierros al año.
En este caso, se solicita que la profundidad del nivel freático esté también protegido por que las formaciones naturales. Pero la mayoría de los cementerios verdes en el Reino Unido están muy por debajo de esta cifra ya que estos buscan ofrecer un lugar memorial personalizado.
En cambio, para el entierro de cenizas no se precisa de autorización ambiental, tan sólo del permiso del propietario.
Si estas van a esparcirse en las aguas continentales, se advierte de no lanzar las coronas florales u otros objetos de recuerdo al agua, ya que estos complementos sí que pueden dañar el medio ambiente y a su vida silvestre.