En un funeral somos felices cuando compartimos una vivencia. En España, Eternovaeco fabrica el ataúd de cartón diseñado por Manuel Revilla, de Resistible, para que el funeral sea una experiencia de despedida participativa y de homenaje emotivo.
Se trata de un ataúd de cartón, homologado y ecológico en toda su concepción y fabricado en una empresa de inserción social ubicada en Burgos.
Aparte del material reciclable empleado y otros criterios de sostenibilidad, este féretro -y esta es su innovación- se puede utilizar como soporte de emociones.
Su característica de diseño es que la tapa puede separarse y utilizarse a modo de pizarra (el producto viene con tizas de colores) para escribir o pintar el último mensaje que uno querría expresar al ser querido fallecido.
Además, para el velatorio se ofrece un árbol, también de cartón, donde colgar fotos, recuerdos, escritos, dibujos, etc. Por primera vez, un ataúd no es una caja para ocultar la muerte, sino un soporte para experimentar con las emociones que deja la pérdida de todo ser querido.
A diferencia de otros países, donde se permite enterrar con mortaja o con ataúdes artesanales, como los de mimbre, en España la legislación obliga a que el féretro sea homologado.
La curiosidad española (spain is different) es que la homologación de los ataúdes obliga a que tengan una capa impermeable o sean de madera de mínimo 15mm. Para un cadáver que en el peor de los casos puede verter unos pocos decilitros litros de líquidos, es claramente excesivo.
Así que la propia normativa de AENOR para homologar los "ataúdes ecológicos" ya de por si es antiecológica al exigir una características impropias para un producto de tan corta duración como es un ataúd en España
Sin embargo, la industria de la muerte en este país se ha diseñado para que esta sea no pueda ser artesanal ni sostenible. Así que ya poco sabemos de los fenómenos cadavéricos.
A pesar de todas estas normativas limitantes Eternovaeco ha diseñado su ataúd homologado y calificado de ataúd ecológico según la norma UNE 190001:2023.
Su innovación es que no es un ataúd para encerrar a cal y canto el cadáver, sino que se ha diseñado para facilitar que este sea una estructura para crear cercanía con los seres queridos. En 2024 fue reconocido con el Mejor producto para una despedida más sostenible en los I Premios Albia de Sostenibilidad.
Aunque es opcional y no obligatorio, pero el ataúd de cartón Eternovaeco se concibe como un soporte para plasmar mensajes de despedida. Sin duda, un producto que propone una forma menos convencional y más vivencial de afrontar el ritual funerario.
El producto además viene con un complemento para que en lugar de escribir en el típico libro de páginas en blanco a la entrada del velatorio, los mensajes se pueden colgar de forma visible en un árbol de cartón que en si mismo ya es un mensaje de puro amor al fallecido.
Así pues, acercarse al velatorio se puede ir más allá que dar sólo el pésame. Al colgar un recuerdo personal en el árbol, convierte este momento de pérdida, en uno de recuerdo consciente.
El escrito el poema, la foto o el dibujo, etc. que cuelga del árbol de cartón del recuerdo llena de vitalidad el vacío del tránsito.
El ataúd de cartón Eternovaeco lleva en su ADN poder plasmar mensajes de despedida. Así pues, acercarse al velatorio permite ir más allá que dar sólo el pésame. Al colgar un recuerdo personal en el árbol de cartón, este convierte este momento de pérdida, en uno de recuerdo consciente.
El escrito el poema, la foto o el dibujo, etc., que cuelgue del árbol de cartón de forma bien visible, es el mejor medio para tener un recuerdo llena de vitalidad ante el vacío del tránsito.
Los ataúdes de cartón en España son una realidad y están homologados. Por tanto, el que las funerarias lo ofrezcan depende de la presión del consumidor. El negocio de los féretros de madera es tan brutal que no quieren perderlo.
A diferencia de cualquier otro producto de consumo, y un ataúd lo es, el oligopolio funerario tiene sus propios proveedores que les permite sacar un bonita tajada en margen comercial.
De ahí que estas te ofrezcan "su catálogo" y no se pueda pedir otro modelo. Sin embargo, cuando uno va a una funeraria no puede pedir un ataúd a su gusto sino sólo del catálogo de sus proveedores con los que tienen acuerdos beneficiosos.
A pesar de la retrógrada ley funeraria, habría tiempo suficiente antes de las 48 horas de poder disponer del ataúd que uno quiera desde cualquier punto de la península.
Por supuesto, en un entorno de libre comercio habría centros de almacenamiento y distribución regionales que acortarían el tiempo de entrega. Eso lo hacen con los fármacos y por eso en cualquier farmacia atienden a la demanda..
En definitiva, cuando uno va a la funeraria quizás es hora que el consumidor se plante y deje el cadáver en espera hasta que no le consigan el ataúd que uno quiera.
Si se pide un féretro que no está en la sala de exposición de la funeraria, la amenaza es que pueden cobrarte lo que les de la gana, porque los fabricantes no dan PVP.
El precio final para el consumidor de un ataúd es un arreglo bilateral opaco entre el fabricante de ataúdes y el funerario.
Si esta realidad sucediera con los electrodomésticos, por poner un ejemplo, habría una auténtica revuelta solicitando comprar con libertad de elección.
Pero con los ataúdes no hay libertad de elección, hay que acogerse a lo que se ofrece en la funeraria de turno.
Nuestra cultura de la muerte es nula y los espacios para ver los modelos de ataúdes o urnas, son inexistentes, tampoco se venden fuera de las funerarias puesto que estas boicotean a quien se atreva.
Menos lamentaciones y es hora que defendamos nuestros derechos de consumidor y libre comercio en el proceso funerario.
Cómo dijo François Maurac (1885-1970) "La muerte no nos roba los seres amados. Al contrario, nos los guarda e inmortaliza en el recuerdo." Si quieres que el funeral de tu ser querido sea para compartir a fondo el legado emotivo: entonces escoge el ataúd de cartón pintable de Eternovaeco.
España es un país anormal y opaco en lo referente a las empresas funerarias, por tanto, la única opción es presionar a la funeraria para que permita escoger el ataúd que quiera el cliente.
El negocio funerario está liberalizado por lo que podemos escoger cualquier funeraria. Algunas funerarias pequeñas ya tienen claro que su supervivencia está en satisfacer al cliente.
Si quieres sentirte libre entonces no olvides que tu ser querido cadáver todavía puede ser "activista" y poner contra las cuerdas a cualquier funeraria para que se cumpla la legislación que protege al consumidor, también en materia funeraria.
Así que hay opciones para que el funeral de tu ser querido sea un acto para celebrar la Vida, y está a tu alcance.