Hoy tengo la edad de mi padre
Hoy tengo la edad de mi padre, es un documental producido por una empresa funeraria a modo de pincelada sobre la experiencia de la muerte que recrea varias historias entrelazadas que relatan la experiencia vivida tras sufrir la muerte de un familiar directo siento aún un niño.
Una historia de adultos prematuros que se enfrentaron a la muerte antes de tiempo. Con su experiencia, nos cuentan sus recuerdos inocentes y su visión sosegada tras el paso de los años, para ayudarnos a entender la trascendencia del duelo en la infancia y la adolescencia.
Se trata claramente de un documental cuyo objetivo es mostrar la cara amable de las funerarias en el sentido que no sólo se dedican a gestionar la inhumación o cremación, sino también a atender a la familia y a acompañarla durante el proceso del duelo.
El documental tiene un ritmo singular y juega entre el entrevistador y el cámara que se han propuesto realizar este trabajo periodístico.
Cada personaje sirve para adentrarnos en diferentes aspectos de la pérdida cómo la recuerdan los adultos que la vivieron de niños en aquel momento.
La idea del documental pretende también advertir sobre la importancia que los tanatorios sean lugares más amables para los niños, pues se constata que no es habitual verlos en los mismos. Uno de los entrevistados comenta que vivimos en una sociedad con tanatofobia.