Muerte es vida es una meditación sobre la muerte como parte de la vida natural y acompañada por una espectacular naturaleza. La película captura con una mirada audaz y colorida de México, tanto del mundo natural como el de la cultura vibrante relacionada con la muerte, centrada en el Estado de Michoacán.

El documental firmado por la cineasta de origen mexicano, pero afincada en Londres,  Ali Álvarez, destaca de forma excepcional al inducir una reflexión conectando la relación entre el viaje místico de la mariposa Monarca (Danaus plexippus) y la muerte de personas, tanto a nivel individual como con la cultura popular mexicana y su celebración del Día de Muertos.

El documental se mueve entre las experiencias de una familia ubicada Canadá, de un detective que estuvo en la Zona Cero de Nueva York y la de un granjero en México. Entre todos ellos el nexo de unión es su relación con las mariposas Monarca y la muerte.

Es así como el film sugiere un vínculo simbólico, rico e inexplicable entre el hombre y la naturaleza. Este documental tiene el mérito de relacionar la naturaleza, con lo humano y la muerte con una notable sensibilidad, honestidad y una buena dosis de poesía.

Una vez que pierdes a alguien, realmente nunca se va

Hay una interconexión entre todas las criaturas vivas.  Se acercan a nosotros tan sólo hay que dejar que esta naturaleza nos abrace con toda su energía, con todo su amor. Ese amor que está en todos lados.

Muerte es vida toma como excusa una leyenda mexicana, la de que los millones de mariposas Monarcas que llegan a México durante el Día de los Muertos son las almas de seres queridos regresando de visita.

Los amantes de las mariposas de finales de la Edad Media en Gran Bretaña vieron en el ciclo biológico de la mariposa una metáfora moral. Mientras vivimos en la Tierra somos como orugas, voraces. laboriosas, condenadas a trabajar duro, pero al morir, nuestra alma se convierte en una mariposa que asciende al cielo.

En la Irlanda del siglo XVII, las mariposas blancas eran consideradas el alma de los niños que morían. En la China del siglo XX, se encontraron mariposas en las celdas de presos ejecutados que se habían convertido al budismo.

Particularmente conmovedora es la historia de las hermanas Bish de Ohio a quienes su maestra de la guardería les dio una oruga monarca poco antes de que muriera su hermano mayor, Sam.

Su madre consideró que el regalo era un poco tonto, pero los niños disfrutaron viendo crecer a las orugas hasta que hizo la crisálida. Sam falleció El día del funeral de Sam, la mariposa monarca emergió de su capullo y voló libre hacia el cielo.

Este documental es una sorprende asociación entre la migración de las mariposas Monarcas en la que cada otoño aterrizan en los bosques de Michoacán, su tierra natal procedentes de Canadá-Estados Unidos. 

>> Descargar el Dossier de prensa en inglés realizado por la Productora.