Estamos empezando a comprender la relación entre la luz y nuestra biología, y es que los seres humanos somos seres de luz como lo demuestra la emisión de biofotones por parte de nuestras células, luz coherente como la de un láser.
Un equipo de neurocientíficos ha observado la muerte como nunca antes se había visto basada en la existencia de ondas de despolarización celular. Sintetizamos este fenónemo a la vista de los últimos estudios científicos.
La muerte de una célula es un proceso sorprendentemente y espectacular a juzgar por las imágenes cuando se produce la apoptosis. Las señales que desencadenan la apoptosis se producen en cascada a través de la célula en una onda que se desplaza a una velocidad de 30 μm/min o 2 mm por hora.