El príncipe y la muerte narra en este ensayo la épica vida de su hijo Marc, que murió con diez años, tras una larga y admirable lucha contra la enfermedad provocada por la bacteria Clostridioides difficile el 30 de abril 2021.

El príncipe que lo fue sin saberlo lo narra su padre desde la escalofriante soledad de una minúscula isla griega. Un relato en el que con ternura, pero sin caer en el falso sentimentalismo, se adentra en cada uno de los obstáculos médicos, vitales y emocionales que Marc tuvo que superar.

"La muerte de un hijo es como sufrir un ictus.Tienes que volver a aprender a caminar, a respirar, a hablar de nuevo, a filtrar la luz de los días para no hundirte por una mar gruesa de recuerdos que golpea el cascarón de su cuerpo roto".

El príncipe asumió con una entereza y una serenidad impropias de un niño, así como el camino de dudas y sufrimiento que su madre y su padre –narrador y autor del libro– vivieron, inseparables, a su lado.

Los padres a los que se le muere un/a hijo/a no hay palabra que los defina

La muerte de un hijo para los padres es un acontecimiento indefinible en términos emocionales y psicologicos. Una realidad que no tiene palabra que la defina. Se enviuda de la esposa, por la pérdida de un padre uno se convierte en huérfano, pero la pérdida de una hija/o no tiene vocablo. Un realidad que, sin embargo,  puede transformar a todo su entorno.

De hecho, el autor inicialmente, el nacimiento de su hijo Marc fruto de su relación con Céline, con dos enfermedades raras y minoritarias que durante los tres primeros años los pasó en un hospital. Poco a poco, la presencia de su hijo le transformó y lo tomó como ejemplo para salir del vacío existencial.

El libro es fruto de un retiro de cinco meses a un isla griega, Koufonisia, unas cuatro veces más pequeña que Formentera, para quedarse sólo con su hijo en la cabeza. Y sobretodo para recordar, para escribir, para homenajear la valentía de su hijo y afrontar su nuevo destino.

El autor, hijo del escritor Manuel Vázquez Montalbán (1939 - 2003) convierte El príncipe y la muerte en una carta de amor a su hijo, un homenaje también a sus padres con los cuáles compartió viajes a Grecia cuando tenía precisamente la misma edad que su hijo Marc.

Un relato a la vez crudo y sensible, por el que transitan multitud de personas, todas con sus luces y sus sombras, salpicado de pequeñas derrotas y grandes victorias, que nos recuerda que el poder de la escritura es quizás el último recurso que tenemos para superar las grandes adversidades.

Como todos los libros que testimonían sobre la muerte de hijas/os sirven para que otros dolientes puedan salir de esta experiencia profunda que supone la muerte sin vocablo que la defina.

Índice

El príncipe y la Muerte
Carta al hijo
In Memoriam
Epílogo