La Guía de Consenso sobre Sanidad Mortuoria aborda las definiciones y aspectos relacionados con la sanidad mortuoria, a excepción del traslado internacional de cadáveres, entran dentro del marco competencial de las Comunidades Autónomas.

Por sanidad mortuoria se entiende la  manipulación adecuada de cadáveres y restos humanos para evitar la transmisión de enfermedades y el cuidado del medio ambiente, además de garantizar la salud laboral de los trabajadores del sector.

La guía intenta poner en claro aspectos relacionados con los servicios funerarios que por la heterogeneidad normativa existente en España, en ocasiones ha supuesto situaciones de difícil gestión por una falta de compatibilidad entre las normas autonómicas.

La guía reconoce que es un paso intermedio mientras no se disponga de una norma común en esta materia, impulso que por ahora es una asignatura pendiente del Gobierno español.

Mientras, la Comisión de Salud Pública acordó la creación de un grupo de trabajo formado por representantes de las Comunidades Autónomas y coordinado por el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, con el mandato de elaborar una guía de consenso sobre cuestiones exclusivamente sanitarias en el ámbito de la sanidad mortuoria.

Este documento pretende ser una referencia tanto para las Comunidades Autónomas como para la Administración General del Estado a la hora de elaborar o modificar su propia normativa, manteniendo así unos criterios comunes y armonizados.

Esta guía se puede complementar, en el caso que se de una situación de crisis sanitaria pandémica, con los procedimientos publicados en Mayo 2020 en los casos de Covid-19.

13 reuniones para el mínimo consenso

El documento actual es el resultado de trece reuniones del grupo de trabajo de sanidad mortuoria, compuesto por profesionales con amplia experiencia en el sector, en donde se ha alcanzado un amplio acuerdo y consenso en cuanto a su contenido.

El nuevo documento contempla los aspectos sanitarios desde el fallecimiento de una persona hasta el momento de darle destino final.

La guía reconoce que el sector funerario debería adaptarse a la evolución de la sociedad además de tener en cuenta otros ámbitos regulatorios, que complementan de forma esencial la normativa sanitaria mortuoria.

De ahí que advierte que sea conveniente que el planeamiento del sector de servicios funerarios deba realizarse de una forma integral, que incluya no solo los aspectos de sanidad mortuoria.

El documento también aconseja sobre los aspectos económicos, de competitividad y de libre elección del consumidor, vinculados en gran medida a la unidad de mercado, así como los vinculados a la protección del medio ambiente y al urbanismo, aspectos que quedan fuera del ámbito de aplicación de esta guía.

Índice

1. PREÁMBULO
DEFINICIONES
2. CLASIFICACIÓN DE LOS CADÁVERES
3. EMPRESAS PRESTADORAS DE SERVICIOS FUNERARIOS
4. PRESTACIÓN DE SERVICIOS DE TANATORIO-VELATORIO. PRÁCTICAS SANITARIAS EN EL CADÁVER / RESTOS HUMANOS
4.1. Prestación de servicios de tanatorio-velatorio
4.2. Prácticas sanitarias en el cadáver/restos humanos
5. CONDICIONES GENERALES SOBRE EL USO DE FÉRETROS Y BOLSAS FUNERARIAS.
6. TRASLADO DE CADÁVERES, RESTOS HUMANOS, RESTOS CADAVÉRICOS Y RESTOS ÓSEOS  
7. DESTINO FINAL DE LOS CADÁVERES, RESTOS HUMANOS, RESTOS CADAVÉRICOS Y RESTOS ÓSEOS
8. EXHUMACIÓN DE CADÁVERES, RESTOS HUMANOS Y RESTOS CADAVÉRICOS
9. HORNOS CREMATORIOS
10. REGISTRO / CENSO DE PRESTADORES DE SERVICIOS FUNERARIOS
11. CEMENTERIOS, NICHOS Y FOSAS  
11.1. Cementerios
11.2. Nichos y fosas
12. ANEXOS
12.1. ANEXO I. CLASIFICACIÓN DE LOS CADÁVERES EN FUNCIÓN DE LA CAUSA DE LA DEFUNCIÓN
12.2. ANEXO 2. NORMATIVA VIGENTE EN MATERIA DE SANIDAD MORTUORIA
TRASLADO INTERNACIONAL DE CADÁVERES
NORMATIVA DE LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS

Autores

Esta guía ha sido elaborada por el Grupo de Trabajo de Sanidad Mortuoria compuesto por representantes de la Subdirección General de Sanidad Exterior de la Dirección General de Salud Pública, Calidad e Innovación, del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social y de las Comunidades Autónomas. El documento final publicado fue aprobado el 24 de Julio de 2018.