Annick de Souzenelle, con 101 años cumplidos se propone acercar su experiencia de final de vida desde la oración y la intimidad.

Es pues una invitación a reflexionar sobre ¿Por qué morir? ¿Cómo morir o no morir? en definitiva, ella se pregunta ¿Y si la muerte fuera una "visita" divina que nos ama?.

Cuando en lugar de muerte la denominamos "final de vida", con este concepto se nos induce a pensar que todo muere y que nada permanece.

Sin embargo, la autora reconoce que esto no supone más o menos acabar con cualquier posibilidad de continuidad. Ahí pues en su visión, la muerte es el paso que faculta la continuidad, la que hace intangible el tránsito a otros niveles de realidad.

En su visión son los ángeles, ese mundo casi fantástico, los que permiten el tránsito de lo humano a lo divino. Los llamados "guardianes del umbral" para Annick de Souzenelle son los que nos permiten comprende -tal como está escrito en las sagradas escrituras el misterio "del tiempo de la cosecha de los frutos del verano".

Es un libro casi meditativo en el que nos adentramos en el mundo que hay después de dejar aquí nuestra "túnica de piel", el cuerpo que tenemos y no el que somos, aunque resulte dificil de imaginarnos convertidos en una ninfa para entrar desnudos en la divinidad.

Índice del libro

Preámbulo
Mutaciones
La muerte, un umbral decisivo
San Miguel y Satán
Conversación Annick de Souzenelle

Sobre la autora

Annick de Souzenelle (1922 -), es una gran señora centenaria, medita sobre esa última aventura que es nuestra muerte: sobre la mutación que emprendemos con ocasión de ese proceso, sobre la capacidad para trascender nuestra parte animal cuando «entregamos el alma» y, finalmente, sobre lo que ella denomina «los guardianes de los umbrales de evolución» a los que tenemos que enfrentarnos sin cesar, tanto en la vida como en el más allá. Esta fulgurante obra concluye con una conversación sobre la conciencia.