Que no mori la llum. 50 poemes per a funerals, es una selección de poemas en lengua catalana para que tengamos palabras en aquellos momentos en que ante la muerte nuestra habla queda paralizada.

Cuando pensamos en la muerte, que tarde o temprano nos espera; cuando la pérdida de alguien que amamos nos empapa de oscuridad, la poesía se convierte en un oasis para el terremoto emocional que sacude al ser humano.

La muerte de un ser querido es una experiencia sobrecogedora. Quedamos huérfanos de palabras, no sabemos qué decir. La pena sacude los estratos más profundos del alma y el silencio se impone por la vía de la resignación. 

Entonces, nos damos cuenta de que hay experiencias que trascienden las palabras. Cuando nos falten palabras para expresar el dolor por la pérdida de alguien querido, cuando pensamos en la muerte o tengamos que hablar de ella, siempre encontraremos un verso que nos ilumine.

Este libro continua siendo de gran utilidad. En parte, puede servir para renovar la inmutable oferta de las ceremonias organizadas de forma estandarizada de las empresas funerarias. Pero sobretodo nos permite disfrutar de la lectura sin otro ánimo que el de la satisfacción personal desde la inspiración de autores reconocidos.

Pero el libro también nos abre la puerta para informarnos que todos los poetas que han hablado de la muerte, que la han reprobado o que han luchado contra ella y que finalmente han perdido.

Poemas cuyos autores van desde versos de Lao Tse, Dylan Thomas, William B. Yeats, Jorge Manrique, pasando por escritores catalanes como Miquel Costa i Llobera, Maria-Mercè Marçal, Rosselló-Pòrcel, o Jacint Verdaguer.

Todos estos poemas recopilados incluidos en esta edición la ha realizado de forma magistral por Jaume Subirana. Esta selección tiene el mérito de que nos informan de una sola verdad y son una lección de cómo la literatura nos acerca a la vida. La única salvación posible.

Con el deleite de saborear los versos nos damos cuenta de que hay vivencias que sólo se pueden visualizar poéticamente, pero que no se pueden decir.

La poesía nos ayuda a afrontar situaciones difíciles, experiencias que nos permitan descubrir el valor consolador de la palabra.

Esta es una selección de los mejores poemas de todos los tiempos para acompañar el duelo y la despedida.