Seducidos por la muerte es un extenso informe que recopila esas experiencias relacionadas con la muerte asistida o incluso con la muerte digna. Casi todos hemos sido testigo de situaciones en las que parece adecuado que un médico ayude a un enfermo terminal a morir.

Según el autor, cuando nos preguntan si estamos a favor de la eutanasia respondemos que sí, queriendo decir que preferimos morir sin dolor. Pero cuando se formula la pregunta cómo: «Si fuese usted un enfermo terminal, ¿preferiría recibir tratamiento para eliminar el dolor o que un médico diese fin a su vida?» Entonces, la respuesta suele ser distinta.

Esta es la obra en que se basó el Tribunal Supremo de los Estados Unidos para establecer que no existe derecho constitucional al suicidio asistido.

No es una obra cualquiera sobre la eutanasia. Es el informe serio y científico del Director Médico de la Suicide Prevention Internacional, y Catedrático de Psiquiatría del New York Medical College, que frenó a la administración Clinton cuando se disponía a sacar una ley para financiar con fondos federales la muerte asistida. El autor fue llamado a declarar, resumiendo las conclusiones de su obra, ante el Congreso de los Estados Unidos.

Herbert Hendin se había desplazado antes a Holanda para estudiar la posibilidad de legalizar la eutanasia; el resultado fue este informe, recogido en un libro que se lee como novela, y que tuvo un enorme impacto en la opinión pública norteamericana.

Una cosa es el debate social sobre este tema en los medios de comunicación, que se produce casi siempre en torno a un caso límite. Y otra cosa es el estudio serio de los resultados reales de la eutanasia en un país, con vistas a implantarla en el propio.

Ahí es donde los gobiernos se vuelven atrás, como acaba de ocurrir en Francia. Ese estudio es lo que recoge el libro de Hendin, y lo hace de forma muy amena, entremezclando la frialdad de los grandes números con la cercanía de muchos relatos narrados con gran viveza y humanidad. Resultan también muy ilustrativas las conversaciones del autor con los principales promotores de la eutanasia en Holanda, que van sazonando toda la obra.

Una obra controvertida porqué es un ataque al suicidio asistido, una realidad a la cual muchos enfermos terminales con graves dolencias que les imposibilitan no valoran de la misma forma que el autor. Un libro que contrasta, por ejemplo, con el documental Escogiendo el morir.