Soportar lo insoportable
Soportar lo insoportable. Amor, pérdida y el camino del duelo es un valioso acompañante para estos momentos difíciles en la vida de un ser humano.
Momentos en que se revela de qué manera el dolor puede abrir nuestro corazón a la conexión, la compasión y la propia esencia de lo que significa ser humano.
Cuando fallece una persona a la que queremos, el dolor de la pérdida nos parece insoportable, sobre todo en los casos de una muerte traumática.
En este libro, Joanne Cacciatore, profesora asociada en la Universidad Estatal de Arizona entre otras, guía a lo largo del sendero de la pérdida y el desconsuelo a través de relatos conmovedores de sus encuentros con el duelo.
Joanne, que dirige Selah Carefarm, inició este camino después de que su hija muriera justo después de nacer.
Se trata de experiencias recopiladas durante décadas en las que la autora ha apoyado a familias y comunidades. Y también de su propia experiencia tras la pérdida de su hija el 27 de Julio de 1994, lo que hizo que este encuentro directo con la muerte se convirtiera en el verdadero motor de su vida
El libro argumenta que el duelo es un espacio de tiempo para procesar, integrar y honrar profundamente nuestro dolor.
El abordaje que hace el libro es a partir de varias corrientes: el budismo y la psicología cognitiva conductual, concretamente, desde la perspectiva del mindfulness.
Así mismo, el libro defiende que los rituales son una herramienta muy poderosa para aflorar las emociones que hay en nuestro interior durante un duelo.
Los rituales ofrecen la posibilidad de expresar y conectar con este dolor y que con ello la persona sienta cierta sensación de control sobre estas complicadas emociones, un control que uno pierde ante la muerte o pérdidas traumáticas.
La espiritualidad ayuda a la pérdida
Para minimizar el sufrimiento que provoca una pérdida hay que fomentar un mundo lleno de compasión para todos los seres de la Tierra, para todos los humanos y también para los animales, Sólo así dejaremos de sufrir el inmenso dolor de la soledad tras sufrir una pérdida.
Muchas personas tienen una visión espiritual de la vida, y en particular creen en que hay vida después de la muerte. Esa creencia significa una ayuda a la hora de superar la pérdida. Pero para otras personas esto no es útil.
Cada pérdida es como una huella digital que hay que contemplar de cerca para vislumbrar las diferencias que hay entre ellas así como para apreciar las semejanzas.
La autora contempla específicamente los duelos traumáticos y, en general, los de los eventos en los que ha muerto una persona, sin embargo pone el énfasis a las muertes infantiles, ya que considera que son las más complejas de gestionar.
Joanne Cacciatore es una sacerdotisa zen que se ha especializado en el acompañamiento de personas que han sufrido una pérdida o han vivido una experiencia traumática.
Desde el año 2007, practica la meditación para estar en lo que es y aceptar lo que siento, tanto si es un dolor intenso, un trauma, la alegría o el sentido.