Una muerte muy dulce
Una muerte muy dulce es un clásico escrito por una de las pensadoras más relevantes del siglo XX, Simone de Beauvoir (1908-1986). Una muerte muy dulce fue publicado en francés en 1964 y desarrolla una de las constantes que dominan en la obra de Simone de Beauvoir: la preocupación por la muerte.
El fallecimiento de su madre y la viviencia de este da pie a una profunda reflexión sobre la naturaleza de la muerte y de las relaciones entre los seres humanos.
Es una obra memorística que se cuenta entre las obras más inolvidables de su autora. Pero no es menos cierto que es una obra que rezuma absoluta sinceridad que siempre estremece al lector.
En este libro, la autora nos relata la vida de su madre, su paso por hospitales y sus sentimientos, las emociones por las que atraviesa una persona que cuida de otra que está enferma y como el proceso de morir puede llegar a consumir totalmente al muriente.
La narración no es lineal pero para situar el tema, primero esboza un retrato sin concesiones de la personalidad de su madre el cual, al final de su vida, incita a la autora a hablar de la muerte por qué irremediablemente es hablar de la vida.
Ante la muerte de una madre o un padre surgen las reflexiones sobre las relaciones vividas, y en su caso, sobre los conflictos entre madre e hija debido al ateísmo y a la propia vida liberal de Simone.
“El silencio entre las dos se hizo totalmente opaco. Hasta la salida de la invitada ella ignoraba casi todo de mi vida. Trató de convencerse de que por lo menos en el renglón moralidad yo era ‘seria’. Los rumores que corrían demolieron sus ilusiones, pero en ese momento nuestra relación había cambiado”.
Una muerte muy dulce nos revela como una contestación a una pregunta fundamental: “¿Por qué me sacudió con tanta fuerza la muerte de mi madre?”
Una crónica entre la vida y la muerte,
De Beauvoir también va refiriendo la manera en la que la enfermedad de su madre irrumpe cambiando los hábitos de su vida diaria
Pero lo realmente interesante de la obra son las reflexiones sobre todas las circunstancias de cambios que provoca una enfermedad terminal a los vivos. Reflexiones, dudas y contradicciones que a la autora le generan: "el deseo y el miedo de que la muerte por fin se haga presente".
Al final, las añoranzas y los reproches que deja el fallecimiento de un ser querido y, sobre todo, la constatación que el proceso de morir, que la autora califica de antinatural, sacude brutalmente a cualquier ser humano.
“No existe muerte natural: nada de lo que sucede al hombre es natural puesto que su sola presencia cuestiona al mundo. Todos los hombres son mortales: pero para todos los hombres la muerte es un accidente y, aun si la conoce y la acepta, es una violencia indebida”
Una muerte muy dulce es un pequeño libro personal, introspectivo, que confirma a Simone de Beauvoir como una de las pensadoras imprescindibles del siglo XX.