El Árbol está basada en la novela publicada en 2002, Padre nuestro que estás en el árbol (Our Father Who Art in the Tree)  de la escritora australiana Judy Pascoe.

La historia trata sobre la muerte y como esta envuelve de tristeza a una familia huérfana del padre y el esposo y como en ella los personajes buscan consuelo en su imaginación o en su cotidianidad.

El Àrbol se centra en el testimonio de una niña que siente en la fuerza de la naturaleza la energía para superar el duelo ante la pérdida repentina de su padre.

Simone, la niña, de ocho años, rechaza el duelo e intenta encontrar otro modo de aceptar la tristeza relacionando al árbol con su padre ausente. En el balanceo de sus hojas al viento, llenas de poesía y sensibilidad,  interpreta sus mensajes sólo comprensibles para ella.

En la película, el narrador es la madre, ya que para la directora era la forma de poner en la pantalla una historia accesible a los adultos, pero con la ternura y el humor de la visión que transmite la niña en el libro.

Duelo guiado por la naturaleza

La historia se abre a la posibilidad de un mundo sobrenatural, pero a la vez lo hace desde el realismo para mostrarnos que la naturaleza puede ayudarnos a superar el duelo ante una pérdida querida.

Aunque la pérdida afecta a toda la familiar, los personajes se enfrentan cada uno en solitario a la necesidad de la despedida de una persona querida.

Pero, en esta diferente forma a de afrontar el duelo, el árbol frente a la casa y la propia vivienda se convierten en los guías que conducen el camino del luto.

El árbol de la casa es una higuera australiana, un tipo de árbol que crece de forma monumental y cuyas raíces tienen una gran vitalidad para captar los nutrientes del suelo donde viven.

El Árbol es el poder imparable de la vida imponiéndose a la tristeza. La voz del padre no se oye nunca; no es más que un susurro, una mezcla de rumor de hojas, ruidos de animales y viento, algo similar a un murmullo inaudible que hace dudar, pero que nunca llega a ser irreal.

Al igual que en la vida, existe un equilibrio entre la poesía y la sensibilidad, la duda y el misterio, la imaginación y la realidad, la emoción y el humor, la ligereza y la tristeza.

El árbol como protagonista

El árbol de la película es un ejemplar enorme, misterioso y que infunde respeto e incluso miedo, a pesar de su belleza.

La película es conmovedora y la guía un árbol tranquilizador y a la vez inquietante, en cuyas ramas se expresa de forma poética el dolor de la ausencia.

Un árbol que también simboliza los cambios en la vida, aquellos que quedan y no son fáciles de asumir por todos. Simone cada vez pasa más tiempo encaramada al árbol hablando con su padre.

La madre, que también se siente cautivada por el árbol, sin embargo, también precisa rehacer su vida familiar. La historia nos abre a una reflexión profunda sobre como superar la pérdida de un ser querido, guiados de las ramas de un árbol monumental.