El cielo puede esperar. Serie de humor negro
Miguel Leiva, Arturo Valls, Patricia Conde, Antonio Resines, Ana Belén y Javier Sardá
Si hay un ejercicio necesario es imaginar el propio funeral. Al fin y al cabo, diseñar el propio funeral es un acto de amor hacia nuestros allegados y una forma de facilitar el duelo. La actual estandarización ceremonial de los funerales los vacía de emocionalidad y por tanto dificultan el duelo posterior.
El cielo puede esperar es una mini serie de Movistar + concebida como una ceremonia funeraria que rompe con todas las barreras del gran tema tabú que es la muerte en nuestra sociedad, utilizando el humor como herramienta. En uno de los seis capítulos producidos, más allá de ser un homenaje en vida de diferentes artistas españoles remarcables es una provocación a imaginar una forma ingeniosa y sincera de despedirse de un ser querido.
Algunas preguntas tales cómo ¿Quién iría a mi funeral? ¿Quién lloraría o me criticaría? ¿Qué palabras dirían los seres queridos? son el fondo de El cielo puede esperar que nos lleva al funeral fictício de varios famosos del panorama artístico español, en concreto: Miguel Leiva, Arturo Valls, Patricia Conde, Antonio Resines, Ana Belén y Javier Sardá
El formato es bien sencillo, el protagonista muere de una forma rídicula, por ejemplo Miguel Leiva se asfixia al tratarse de probar unos pantalones superajustados, Ana Belén de una crisis en la entrega de los Premios Goya el día de su cumpleaños o Javier Sardá fulminado por los marcianos mientras tocaba el saxo.
En cualquier caso, el esperpento sirve para que el personaje puede subir al limbo y asistir al homenaje que le hacen personalidades de diferentes ámbitos queridos por un "fallecimiento" fictício.
La sala de funerales se convierte pues en un espacio lleno de celebredidades del mundo de la música, el cine, el deporte o el periodismo, que van desfinlando para hacer su propio homenaje emplenado claramente el tono del humor negro bajo la batuta del maestro de ceremonias interpretado por el cómico y guionista Dani Piqueras, quién oficia los funerales.
La muerte con buena onda
Movistar+ advierte que es un programa de humor y que no es un espacio en el que recorrer la vida de un personaje famoso a través de la recreación de su muerte sino más bien una excusa para crear un clima de empatía entre todos los participantes.
Y es esta "buena onda" en el funeral fictício que sirve para que el espectador tenga una oportunidad de reflexionar sobre su propia muerte, con humor. A medida que uno va adentrándose en cada capitulo se da cuenta que el personaje que escucha desde el sofá del "limbo" tiene también la oportunidad de tener otra perspectiva sobre su trayectoría vital.
Así, al funeral de Miguel Leiva acude el propio Joaquín Sabina quién interpreta una especial canción para Leiva que permite que el funeral tome un giro con la reacción del protagonista cuando exclama: "Nunca me he sentido un tipo importante y hoy por primera vez sí porque Sabina ha cantado en mi funeral".
Movistar+ ha logrado que, lo que podría ser una serie algo repetitiva y por tanto previsible sea todo lo contraria, ingeniosa y totalmente dispar en cada capítulo. En cualquier reflexionar sobre la muerte desde el humor, es algo sano que vale la pena ver y afrontar.