El cuento de los castaños
Massimo De Francovich, Ivana Roscic, Giusi Merli, Anita Kravos, Natasa Keser, Tomi Janezic
El cuento de los castaños es una metáfora poética sobre la pérdida y el sufrimiento, de las personas que quedaron atrapadas en la atemporalidad en una zona boscosa fronteriza. En un momento en que la supervivencia es casi titánica. (el film se sitúa después de la Segunda Guerra Mundial en un bosque que sirve de frontera entre Italia y lo que hoy es Eslovenia).
El espacio es un pueblo donde todo el mundo marcha víctima de la hambruna de la postguerra, el aislamiento y la soledad, tras la muerte o partida de sus seres queridos. Los protagonistas: un carpintero y una recolectora de castañas. Ambos bucéan en la nostalgia del recuerdo ya sea para terminar su ciclo vital o aspirar a un nuevo futuro fuera del confinamiento que ofrece un pueblo desalmado.
Un cuento no es más que una historia sencilla con una moraleja. El cuento de los castaños lo componen tres capítulos: Mario, el carpintero tacaño, Marta, la última castañera y Germano el hijo perdido.
Un retablo barroco lleno de poesía
No es una película de acción, pero su trama se dibuja a través de cuadros en los que se ubican los personajes. Cada escena es como un cuadro del barroco holandés, con una dominancia del claroscuro y aspecto tenebroso.
Así la historia se dibuja desde la luz, pero también de la composición. El personaje está sentado en una habitación vacía, sombría y su silueta se observa desde una puerta, por ejemplo. Es la forma en la que la acción es la nostalgia que le invade.
Por tanto, esta reflexión sobre la soledad, sobre la muerte, sobre la pérdida irrecuperable se escribe no tanto por sus diálogos sino por cada cuadro que se sucede.
Es cuadro a cuadro, en el que los recuerdos se intercalan en el presente. Es cuadro a cuadro en el que la luz se debilita hasta desaparecer en un paisaje inexistente. Es cuadro a cuadro en el que el pasado antaño próspero se desvanece sin posibilidad de existir en el presente.
Un acto generoso para redimir la muerte
La película empieza con una tumba en la que se entierran una castañas con la hojarasca del bosque. Es la metáfora en la que se invita al espectador a adentrarse en una historia fantástica, que quizás no la crea, pero en la que hasta el último momento los personajes intentan sobrevivir: "hasta un insecto intenta vivir todo lo que puede".
Pero, El cuento de los castaños es la historia de un acto generoso en el que la muerte da nueva vida. La mezcla en la lengua de los personajes, italiano y esloveno nos adentra igualmente en esta frontera desalmada en la que las castañas ya no dan más vida a sus habitantes.
Es un cuento sobre el declive, pero en el que también morir significa que "cuando te vas, todo son ventajas".
No es una película para pasar el rato, más bien una invitación a sumergirse en una fantasía. Una propuesta mágica en la que melancolía fotográfica puede que nos regale la castaña a modo de perla, que se desprende de la cáscara espinosa gracias al torrente fluvial que caracteriza la Vida misma.