Kauwboy narra la historia del proceso de duelo de Jojo, un niño de diez años. Este, adoptará un pollo de grajo caído del nido y lo adiestra para  sorprender a su madre el día de su cumpleaños.

Sin embargo. Jojo debe mantener al grajo oculto pues su padre no quiere animales silvestres en casa. Por otra parte su padre, con el que vive sólo, está profundamente deprimido y tiene un humor muy inestable y violento.

Jojo gracias al grajo hará amistad con Yenthe, una chica que participa en el equipo de waterpolo como él, la cual le ayudará en la evolución del córbido.

El duelo no concluido

Es una película que retrata el vacío que deja la pérdida, el drama de la ausencia que no ha sido procesada, que está inconclusa y que se ceba de forma brutal justo cuando Jojo inicia el paso de la infancia a la adolescencia.

La apertura y el cierre del film es en si misma demoledora. Sobre un fondo negro se escucha: “Primero, no había nada. Nada en absoluto. Y después habría una llama. Una llama muy grande”. 

Kauwboy es la ópera prima de su director y afronta este drama a partir del efecto de sustitución, que en este caso se pondrá en marcha cuando el protagonista Jojo encuentra el mencionado pollo de grajo caído del nido.

El encuentro con el grajo le servirá para reemplazar el afecto perdido de su padre ausente y absolutamente deprimido; un reemplazo que pretende sustituir la felicidad basada en la negación. 

Jojo tiene muy claro, tal como ha leído en un libro de fauna silvestre: “Cuida bien un grajo y tendrás un amigo de por vida”. 

El grajo a medida que crece también le ayuda a poder mejorar su amistad con el resto de niños de su equipo de waterpolo y en especial con Yenthe, quién siente un especial cariño por Jojo.

Pero Jojo mantiene una ficción psicológica llamando por teléfono a su madre, una cantante de country que está de gira por América y a la cual quiere sorprender el día de su cumpleaños. Sin embargo, se intuye claramente que la madre en realidad está muerta y cuando Yenthe se lo confirma rompe su relación con ella.

La madre sólo aparece en fotos o en sus canciones. Y la imagen del padre es siempre parcial como si fuera vista desde la altura de Jojo. En este sentido, el director no crea una emocionalidad fácil y empalagosa, sino que mantiene los sentimientos de los personajes a una cierta distancia.

La ruptura de la infancia

De hecho cuando encuentra la cría de grajo, Jojo la pone junto al altavoz de un CD, donde suena la música de una canción de su madre y él le explica al pájaro de que va la canción: “Trata de la luna y las estrellas y cosas por el estilo. La escucho cada noche antes de irme a dormir. Me alegro de haberte encontrado. Vas a dormir a mi lado, ¿verdad?”.

Pero como en todo proceso de duelo este no se concluye simplemente con una sustitución. Y la felicidad para Jojo se romperá cuando su fantasía le obligue a aceptar la realidad: su madre está muerta. El pájaro no puede ser quién le de el cariño que no recibe, sino rehacer su relación con el padre.

Kauwboy, es un pedagógico cuento moderno en el que Jojo debe madurar antes de tiempo y superar el trauma de la pérdida de uno de los progenitores. No es la simple historia de iniciación o salida de la infancia, sino un canto a buscar las raíces del trauma.

La salida del trauma para Jojo no es fácil porque está rodeado por una situación desestructurada y en el que la ira del duelo deberá ser conculcada por la aceptación. Hay otras películas que reflejan el vacío emocional de niñas/os ante la pérdida de un progenitor, pero ninguna con la solidez conceptual de Kauwboy.

La pérdida parental que narra esta película lo hace desde la sutileza, pero también con dureza. Sin embargo, se trata de una filmación exquisita que cuenta con cuidada fotografía, un montaje soberbio y una banda sonora amorosa que acompaña la interpretación remarcable y casi en solitario de Jojo (curiosamente, cuando el protagonista, Rick Lens, fue seleccionado estaba muy enfadado porque sus padres se acababan de divorciar y el director le invitó a utilizar esta rabia en la interpretación).