La tienda de los suicidios (The Suicide Shop)
Con las voces de: Bernard Alane, Isabelle Spade, Kacey Mottet Klein, Isabelle Giami, Laurent Gendron, y otros
Imagina una ciudad donde la gente no tiene gusto por nada, tanto que la tienda más exitosa es aquella en la que venden venenos y cuerdas para ahorcarse. Pero el jefe acaba de dar a luz a un niño que es la alegría de vivir encarnada ... "
Esta divertida historia, extraída de una novela escrita por Jean Teulé, es la base de esta película de animación dirigida por el cineasta francés Patrice Leconte.
No es una animación infantil y su tono entre novela negra y ácida bascula hacia un final algo edulcorado aunque sea criticable y no respete el ingenioso final de la novela de Jean Teulé.
Una parte de su gracia es el tono de musical del film que contrasta con la carga cáustica y de humor algo cínico. Una película de animación con una ilustración realmente asombrosa que parecen superponer diferentes planos llenos de materiales y juegos de luces.
Los personajes y cada una de sus personalidades están muy bien estructurados y nos hacen sonreír a lo largo de este escenario al que no le falta originalidad, inmersos en magníficos detalles en cada escena.
El suicidio se lleva cada año ochocientas mil personas de este planeta
Le magasin des suicides no aborda la problemática del suicidio. Su historia se desarrolla en una ciudad gris de Francia donde la vida es tan dura que los habitantes se suicidan todo el tiempo. Está la tienda del matrimonio Mishima rellena de artilugios para dejar este mundo.
La narración transcurre en el seno de una ciudad donde no es fácil vivir y dominada por la rutina, el hastío y el cielo encapotado. No es extraño, pues, que muchos decidan borrarse a sí mismos de la faz de la triste realidad en la que sobrevivir.
En este ambiente casi irrespirable, la familia Tuvache lleva décadas atendiendo esa demanda. En su tienda han acumulado todo tipo de ingenios, armas y venenos que garantizan que el cliente abandonar este valle de lagrimas de la forma más satisfactoria posible, sin necesidad de volver de nuevo a la tienda para reclamar.
El negocio va viento en popa, pero el nacimiento del sonriente Alan lo cambiará todo ya que el pequeño sufre una dolencia persistente: siempre está alegre. Así que despedir a los clientes con un risueño "¡adiós!" no es propicio para este negocio.
Reiteramos que no es una película para reflexionar sobre el suicidio, ni sobre sus causas o incluso su justificación. Todo lo contrario, sirve para valorar la oportunidad que nos ofrece la Vida para ser felices.
Su director, Patrice Leconte (1947 -) es conocido por una filmografía de culto en el marco de cine del moderno francés. Con Monsieur Hire (1989) logró el reconocimiento internacional, y un año más tarde firmaba su mejor obra y que es un clásico del cine, El marido de la peluquera (1990). Posteriormente hay otros títulos interesantes en su obra como La chica del puente (1999) o El hombre del tren (2002). De hecho Le magasin des suicides (2012) es una de sus últimas películas hasta la fecha.