Las últimas voluntades
Michael Caine, Bob Hoskins, Tom Courtenay, David Hemmings, Ray Winstone, Helen Mirren, JJ Feild, Cameron Fitch, Nolan Hemmings, Anatol Yusef, Kelly Reilly, Stephen McCole
La historia empieza con el fallecimiento de Jack (Michael Caine), un jovial carnicero cuyo principal entretenimiento era pasar horas en el "pub" conversando con los amigos de toda la vida, Ray (Bob Hoskins), Vic (Tom Courtenay) y Lenny (David Hemmings).
Su última voluntad es que sus cenizas se arrojen al mar en el malecón de Margate, lugar donde pasó su luna de miel. Los tres amigos restantes y Vince (Ray Winstone), hijo rebelde de Jack, emprenden pues el camino en un lujoso Mercedes para depositar los restos del finado según sus deseos.
Durante el trayecto recuerdan las historias que compartieron con Jack y que de un modo u otro los marcó para siempre; de los secretos inconfesables a la camaradería más auténtica.
Así pues, a medida que avanzan los recuerdos, estos se nos aparecen de forma diferente según la visión de cada uno de los personajes.
Una aparente relación de amistad de copas en los bares termina convirtiéndose en una intrincada red de afectos, recuerdos y entendimientos que ayudan a comprender la personalidad de cada uno de ellos mientras cumplen con su última voluntad.
Road movie de confidencias, bares y turismo por el sudeste del Reino Unido
La historia de Last orders nos permite reflexionar sobre algo que a menudo nos pasa desapercibido que es la visión de los acontecimientos según el observador.
La muerte, en este caso, sirve para darse cuenta de que lo compartido varía según los intereses de cada persona y por supuesto del momento, y que sólo en la perspectiva del tiempo estos se sitúan en su realidad, diferente para cada cual. Una realidad que como siempre esconde secretos, malentendidos, recelos y buenos momentos que a veces se pasan por alto en el presente.
La muerte de un ser querido es también siempre una oportunidad para la reconciliación y el perdón. Para adentrarse en los pequeño secretos que cada uno conserva sobre la relación con aquel.
Al final los amigos cumplen amistosamente con los deseos de Jack y sus cenizas son esparcidas en el muelle de un conocido puerto frente al mar, aunque con una meteorología bien británica.
Vale la pena fijarse en la escena de la dispersión de las cenizas para observar lo importante que es el lugar elegido y observar la dirección o fuerza del viento en el momento de lanzar las cenizas al viento para que estas no se nos vengan encima y se dispersen adecuadamente. La urna, que no es biodegradable, se la queda uno de los amigos como recuerdo.
El film está basado en la novela ganadora del Premio Booker ("Last Orders" escrita por Graham Swift).