Cartel de la película Los muertos no se tocan, nene (2011) de José Luis García Sánchez

Los muertos no se tocan, nene

Título original
Los muertos no se tocan, nene (2011) de José Luis García Sánchez
País
España
Fecha de edición
2011
Duración
90 min
Género
Comedia negra
Dirección
José Luis García Sánchez
Reparto

Silvia Marsó, Carlos Álvarez-Nóvoa, Carlos Iglesias, Blanca Romero, Mariola Fuentes, Alex Angulo, Pepe Quero, Javier Godino, Carlos Larrañaga, Fernando Chinarro, Tina Sainz, Juan Jesús Valverde, Pedro Civera, Maxi Rodríguez, Juan Polanco, Félix Corcuera, María Galiana

Fotografia
Federico Ribes (B&W)
Música
Antonio Meliveo
Montaje
Mercedes Cantero con adaptación y guion de David Trueba, Bernardo Sánchez y José Luis García Sánchez, basado en la novela homónima de Rafael Azcona
Producción
Juan Gona para Gona film
Estreno en España
2011
Temática
Público
Sinopsis

Hay películas que sólo pueden comprenderse desde un determinado entorno cultural. Los muertos no se tocan, nene es una de ellas. Es la vela funeraria más grosera jamas filmada.

Está basada en la novela homónima de Rafael Azcona Fernández (1926 - 2008), con una revisión del guion por parte de David Trueba, y destaca por ser una caricatura mordaz de lo funerario a ritmo de comedia negra.

La acción se sitúa en la ciudad de Logroño de 1959, donde, Fabianito, adolescente y aprendiz de poeta, asiste perplejo a la grotesca organización del velatorio de su bisabuelo, don Fabián Bigaro Perle (1859-1959), ex-funcionario y pro taurino quién muere un día antes de cumplir los cien años.

Don Fabian ha gastado los ahorros de una vida para comprarse una televisión alemana, pero no la verá pues vienen a instalarla el día que ha exhalado. Durante el velatorio en su casa, Fabianito asiste a la picaresca del amor y el espectador se sorprenderá con la llegada de personajes bufonescos que marcarán situaciones cómicas, macabras y caricaturescas.

La película desde el comienzo sitúa la espectador en la España más gris de los cincuenta tanto por el uso de la estética en blanco y negro, como también por las localizaciones de las viejas calles de Logroño que reproducen el ambiente sórdido de la época incluido el "¡agua va!" vertida desde las ventanas.

La mejor comedia negra del cine español

Los muertos no se tocan, nene es en todo momento una locura, un cúmulo de situaciones absurdas y caóticas. Es la muerte más descarada, el velatorio de dos días más burdo y con el finado en una casa de familia bien, donde sólo las apariencias importan.

Toda la vela transcurre en el piso familiar donde, a parte de desfilar vecinos, cuñados y otras personalidades, incluido el cura, se dan los enredos más insospechables y los absurdos sociales más sibilinos.

La película es un muestrario de personajes, símbolos y todo tipo de veleidades rastreras o piadosas, no importa. Un film irreverente, esacatológico, cómico con un humor de difícil catalogación. Una película necesaria para reírse tanto del pasado rudo de un país sumido en la dictadura como de la propia muerte que a nadie importa.

El film es un retrato de la sociedad española más rancia de finales de los cincuenta en los que el finado es la excusa para mostrar las debilidades, pero también la picaresca que tanto fomentó el franquismo.

Toda la obra está llena de pequeños detalles que importan y no sólo en lo funerario. Así, don Fabian dibuja una mueca de sonrisa burlona porqué su nieto le tatarea el Himno de Riego (himno de la Segunda República Española entre 1931-1939) secretamente.

La sonrisa que se le queda es un rictus que el cura corregirá en la cara del fallecido aclarando que con alegría no se sube al cielo "¡¡Comprenderán que presentarse ante el altísimo con este ricto tan jocoso!!".

La ilustración del cartel de la película es obra del dibujante Antonio Mingote (1919-2012) quién pintó la imagen del cartel unos pocos meses antes de morir. La cartela se representa de forma magsitral el ambiente caricaturesco que se propone la película.

Compartir :