En Valldemossa, un pequeño pueblo del interior de Mallorca, Anna (Eva Martín) y Marina (Elia Galera), dos hermanas que fueron separadas en su adolescencia, se encuentran de nuevo tras heredar una panadería que les ha legado Lola, una misteriosa mujer amiga de su tía abuela, de la que no conocen casi nada de su existencia.

Las hermanas son dos mujeres con vidas muy diferentes. Anna apenas ha salido de la isla y está casada con un hombre ausente y dominador. Marina viaja libremente por el mundo trabajando como ginecóloga para una ONG.

Reunidas nuevamente por la herencia que han recibido, Marina intenta descubrir los secretos que encierra este enigmático legado, mientras, ambas hermanas, deben enfrentarse a sus visiones sobre la familia.

Más allá de este pasado enigmático y de los contrastes entre las vidas de ambas hermanas, de los secretos de familia y del interés de Marina por mantener la panadería y su panadera Catalina,  Anna se enfrenta pronto a una enfermedad terminal.

Una enfermedad que pone en jaque la vida familiar de Anna a la vez que  también es el estímulo para que Marina resuelva sobre adoptar una nueva vida y piense en formar una familia. Una enfermedad que estimula a las mujeres implicadas en la historia a crear lazos de apoyo mutuo. 

Una película llena de emotividad, pero que contiene reflexiones y actitudes que la convierte en una pequeña lección sobre el perdón.

Sobre la novela

La novela de Cristina Campos titulada Pan de limón con semillas de amapola (2016) se ha convertido en un longseller (un éxito de ventas de larga duración) con más de 300.000 ejemplares vendidos por todo el mundo. 

La historia de la novela de la que la película sigue casi al pie de la letra se centra en la generosidad de la amistad femenina.

Un homenaje a esa capacidad que tienen las mujeres de crear grupos de amigas sinceras. Amigas que gracias a esta capacidad de intimar, pero también de reír y empatizar, construyen resiliencia capaz de solucionar la vida entera de quien aparece.

Un libro y una película llena de sensibilidad, algo lacrimógena, pero que toca el corazón.