Siempre Alice  aborda con elegancia, delicadeza y en profundidad las vivencias y los sentimientos de quienes padecen Alzheimer y sus familias. Alice Howland es una profesora de psicología cognitiva de la Universidad de Columbia y experta lingüista de fama mundial.

Poco a poco Alice, con sólo cincuenta años, empieza a descubrir que tiene olvidos hasta que un día se pierde corriendo por el campus de su universidad. Ante estos inusuales sucesos, Alice pide una cita con un neurólogo.

Tras diversas exploraciones se le detecta una enfermedad congénita conocida como Alzheimer de inicio precoz. Alice comunica el diagnóstico a sus tres hijos y empieza a adoptar hábitos para intentar recordar lo que va haciendo a diario, pero la enfermedad afectará de forma rápida e implacable todos los aspectos de su vida familiar y profesional.

Aprender a vivir en el olvido progresivo de uno mismo

Siempre Alice es una historia que nos adentra en la vivencia de una persona profundamente intelectual cuyo cerebro, de forma inexorable, la va limitando en su expresión (algo en lo que era excelente) y en sus posibilidades vitales.

La película da pinceladas sobre la enfermedad del Alzheimer tanto en lo que se conocía en la época sobre esta degeneración cerebral, como sobretodo los recursos tecnológicos que le permiten a la protagonista ser también consciente de la pérdida de su personalidad.

Interesante son muchos de los detalles que ponen de manifiesto no sólo los errores que va cometiendo por olvidarse de las cosas, como por las reacciones que tienen los miembros de su familia para comprender la enfermedad. 

La protagonista adopta claramente una actitud positiva para luchar contra esta disolución de lo que somos y de nuestros mejores recuerdos. Especialmente emotivo es el discurso que el neurólogo le incita a dar a Alice, en un encuentro de la asociación de lucha contra el Alzheimer para dejar testimonio de su vivencia.

Basada e inspirada en casos reales

La película se inspira en el best-seller “Still Alice” (Siempre Alice, 2015), de la escritora Lisa Genova. Los directores Wash Westmoreland y Richard Glatzer decidieron adaptar la novela al cine cuando al propio Glatzer se le diagnosticó esclerosis lateral amiotrófica (ELA).

Por un lado, los directores veían un paralelismo entre la enfermedad de Richard Glatzer y la de Alice. Por el otro, también querían investigar acerca del Alzheimer, con el fin de incorporar la información científica más actual en trama de la película.

El film recibió diversos premios, entre los que destaca el Oscar a Julianne Moore como mejor protagonista por su papel de Alice. Lamentablemente, el director Richard Glatzer falleció tres semanas después como consecuencia de su enfermedad. 

Película distribuida por Golem y disponible en el catálogo de Filmin.