Cartel de la película Un toque de seducción (2005) film de Randall Miller

Un toque de seducción

Título original
Marilyn Hotchkiss’ Ballroom Dancing and Charm School
País
Reino Unido
Fecha de edición
2005
Duración
102 min
Género
Romántica
Dirección
Randall Miller
Reparto

John Goodman, Marisa Tomei, Danny DeVito, Sean Astin, Mary Steenburgen, Donnie Wahlberg, David Paymer, Sonia Braga, Camryn Manheim, Robert Carlyle, Adam Arkin, Miguel Sandoval,

Fotografia
Jonathan Sela
Música
Mark Adler
Montaje
Randall Miller, basado en guion propio y de Jody Savin
Distribución
Eurocine Films
Estreno en España
2006
Temática
Público
Sinopsis

Steve Miles, un hombre de mediana edad está conduciendo a Pasadena para conocer a una chica que vio por última vez en 1962 en la academia de baile de la ciudad y arregló para reunirse allí cuarenta años más tarde el 5/5/2005.

Frank, un sencillo panadero que sobrelleva el reciente fallecimiento por suicidio de su esposa, durante un viaje en su furgoneta repartiendo pan, tra ser adelantado por Steve este tendrá un accidente de tráfico.

Frank acude a socorrerlo y mientras Steve se debate entre la vida y la muerte, este le cuenta su romance de niñez con una tal Lisa, cuarenta años atrás y que ahora se disponía a culminar la promesa de reencontrarse en la vieja Escuela de Baile y Buenas Maneras de Marilyn Hotchkiss.

Steve no sobrevive al accidente y Frank acaba yendo en lugar de Steve para cumplir con la promesa y encontrarse con Lisa. Sin embargo, en la Escuela de Baile no encontrará a Lisa, pero descubrirá nuevos modos de combatir la depresión: el baile de salón.

Frank acude regularmente a un grupo de duelo, pero será en la mencionada escuela, en un ambiente sin duda nostálgico, pero lleno de buenas intenciones, donde entablará una relación con una de las mujeres que acuden a la escuela: Meredith Morrison que le cambiará la vida.

El poder del baile para afrontar el duelo

No es una película fantástica y abusa del flash back con  el pasado de Steve cuando eran niños repelentes de los años sesenta y que para nada son un ejemplo educativo. Además es una historia bastante edulcorada, pero que en cualquier caso la historia tiene sus toques interesantes.

Frank conseguirá que todo su grupo de duelo acuda a la escuela de baile y se enamorará de Meredith, una mujer cuya existencia está marcada también por un accidente fatal.

Son pequeños detalles y poco más, pero que nos ponen sobre aviso que frente a determinadas tragedias emocionales es imprescindible no encerrarse en el dolor de la pérdida.

Un toque de seducción es una película que puede ser útil para reflexionar con hondura sobre el sentido del sufrimiento, los vaivenes del amor, la inocencia infantil y la amistad.

Aunque lo más remarcable es su objetivo de llamada a emplear el baile para superar el duelo, lo cual es una buena idea.

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