Una mujer enferma de cáncer con un marido con principio de Alzheimer, se resiste a acabar sus días en un asilo y monta una comuna de lujo con otros compañeros de generación.

Así que reúne a grupo de viejos amigos a los que se une un joven estudiante de etnología cuya tesis se centra en el estudio de la población anciana.

"¿Y si vivimos todos juntos?" aborda la dicotomía entre juventud y vejez, salud y enfermedad, vida y muerte, la soledad ,  la impotencia y la incapacidad de valerse por sí mismo.

La vejez en comunidad

Entre la comedia y el drama bastante edulcorado se pasea por las vicisitudes vitales del grupo desde un tono optimista, aunque irónico sobre aspectos como la amistad, el amor, la comida, el bienestar, el sexo, la comida, etc.

Uno de los aspecto interesantes de este film es que pocas personas se preparan física y psicológicamente para vivir la jubilación o la ancianidad con plenitud. A la vez que hay una crítica al tratamiento social de reclusión que se da habitualmente a la gente mayor.

Aunque esta visión se desarrolla desde la perspectiva de unos personajes de clase social media alta (con excelentes manjares en la mesa), la película nos muestra el declive vital de los seres humanos. Sin embargo, lo hace desde una propuesta esperanzada, teñida con buenas dosis de humor a pesar de los aspectos más tristes que acompañan a menudo la tercera edad.

Un elenco de viejos pero excelentes actores

La película tiene a su favor el haber reunido a grandes actores franceses junto a una espléndida Jane Fonda hablando en perfecto francés.

El guion dibuja personajes entrañables y muy creíbles que se mueven todavía entre pasiones y delicadas e inocentes locuras.

La amistad y el amor se imponen como valores vitales y conducen a un final algo previsible, pero acertado que redondea este film a modo de delicatessen.

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