En nuestra sociedad las flores son un ornamento que permite expresar nuestros sentimientos más allá de las palabra. El color, el aroma, la forma de una flor se convierte en un detalle delicado que lleva la huella de nuestra estimación.

Las flores para funerales o de condolencias se envían a los familiares del difunto, ya sea en forma de ramos, centros, coronas, tapices, etc. a base de flores de cultivo o silvestres.

Sin embargo, mientras que para los ramos funerarios mayoritariamente son flores naturales de cultivo, los ramos de flores para depositar en los cementerios son de flores artificiales.

Los nichos y tumbas de los cementerios están repletos de ramos de flores funerarias de plástico o tejidos sintéticos. El objetivo es que resplandezcan con colores vivos el máximo tiempo posible. Sin embargo, su perdurabilidad es sinónimo de contaminación ambiental.

Rebelión en el cementerio: prohibidas las flores artificiales
Carteles que explican la nueva política del municipio de Malzéville (FR) en materia de gestión de cementerios prohibiendo las flores artificiales desde inicios del 2024. Foto: Mairie de Malzéville.

En Francia, ha empezado una revolución en los cementerios. El municipio de Malzéville (en la región de Lorena, departamento de Meurthe y Mosela) ha prohibido desde inicios de 2024  colocar flores artificiales de plástico o textiles sintéticos sobre las tumbas, en los jarrones, etc. (ver video de la noticia).

Ha llegado el momento que las familias dejen de renovar la ornamentación floral llenando los cubos de basura con viejas flores artificiales. Estas sólo contribuirán al problema de la contaminación de los plásticos en nuestro entorno.

Algunos cementerios disponen de contenedores de materia orgánica para compostar las flores naturales que van a renovarse. Pero, el consejo revolucionario es decorar las tumbas o nichos con flores naturales cultivadas localmente y que, además, proporcionarían a las abejas un alimento suplementario.

Desde 2019 el Parlamento Europeo aprobó la Directiva (UE) 2019/904 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 5 de junio de 2019, relativa a la reducción del impacto de determinados productos de plástico en el medio ambiente.

Aunque se centra en el ámbito de los embalajes especialmente, es también una llamada a reducir los plásticos para usos no esenciales. Las flores de plástico o sintéticas no son elementos decorativos esenciales. De hecho el ayuntamiento de París está estudiando que los comercios decorados con flores de plástico las retiren.

En cualquier caso, hay que tomar conciencia de la problemática que generan las flores sintéticas en los cementerios. Compete a cada familia reflexionar sobre como evitar que la contaminación plástica siga presente en espacios de memoria colectiva.

El ejemplo de Malzéville sigue la estela marcada por otros cementerios conscientes para reducir su impacto ambiental, no sólo abandonando los productos fitosanitarios, sino también evitando la ornamentación tóxica para el entorno.

Jardinería ornamental insostenible
Ejemplos de la gran variedad de flores sintéticas que se fabrican para ornamentar tumbas y nichos de cementerios. Foto: Funeral Natural.

Las flores sintéticas se fabrican, en general, de materiales de tipología plástica que no son biodegradables y, por tanto, contribuyen a la generación de residuos. Además contaminan cuando se degradan y se convierten en microplásticos.

El proceso de fabricación de las flores de plástico implica el uso de energía, y una variedad increíble de productos químicos. El cóctel química es para estabilizar los materiales sintéticos, hacerlos resistentes a los rayos ultravioletas y, por supuesto, darles los tintes adecuados.

La fabricación de estos materiales sintéticos, actualmente, la mayor parte de las flores de plástico son con fibras textiles sintéticas recubiertas de aditivos como el PU (poliuretano), el PAC (ésteres de ácido poliacrílico), el PVC (cloruro de polivinilo), el látex (caucho natural) y otros.

La calidad de los aditivos está asociada a la calidad del recubrimiento y supone también la extracción de recursos naturales no renovables como el petróleo, entre otros.

Los ramos de flores artificiales con materiales sintéticos, destinados a cementerios u ornamentos domésticos, son de materiales de alta calidad y modelados con apariencias muy realistas. No son flores efímeras y, por tanto, no requieren mantenimiento. Este es el argumento comercial que las hace ideales para decorar un nicho que se visite de año en año.

Una de las opciones en el sector funerario son las flores artificiales a base de fibra de pétalos de rosa fabricada con desechos reales de ramos de rosas, cuya característica es que son suaves y sedosas al tacto. La fibra de pétalos de rosa está elaborada a partir de una mezcla de celulosa y proteína de arroz.

El impacto ambiental de las flores artificiales frente a las flores reales es un tema complejo. Para las flores artificiales se argumenta que no precisan de riego ni plaguicidas. Sin embargo, no se puede obviar el impacto como residuo de las flores de plástico o tela sintética  una vez quedan como desecho.

El problema de los microplásticos que liberan los materiales plásticos como los flores de este material cuando se degradan es preocupante.

El recuerdo no está en las flores imperecederas artificiales

Sin duda pues, las flores tienen un significado simbólico y emocional que hemos adoptado para expresar sentimiento. Así que a cada flor le hemos otorgado un significado especial que trasciende las palabras.

Pero las flores son efímeras como la vida misma y una vez fuera de la planta que las ha creado más todavía. Ante esta obviedad perecedera en el ámbito funerario se ha buscado como hacer que las flores sean imperecederas.

Al igual que perseguimos el mito de la eterna juventud, con las flores funerarias se pretende que estas luzcan largamente. Así nacen las flores artificiales.

Pero los mensajes son para que lleguen no para que se almacenen en el estante de los recuerdos. Las flores empleadas como un lenguaje poético, simbólico deberían impactar en el momento y poco más., 

Cuando recitamos una poesía en recuerdo de una situación no la grabamos para que durante 24 horas por 365 días se vaya oyendo. Que las flores son una expresión perfecta de tristeza y amor, una expresión que todos recordarán es en el momento presente.

Por tanto, el recuerdo, los sentimientos expresados son perecederos igual que las flores.El lenguaje de las flores depende de cada cultura y de quiénes lo promueven.

La industria funeraria ha desarrollado el suyo propio. Pero, el verdadero significado está en el sentimiento expresado o que en forma de texto acompañe un ramo.

Te dirán que los claveles blancos se consideran tradicionalmente la flor para el recuerdo de los seres queridos perdidos, otros te dirán que son para bodas u ocasiones alegres. Olvida los esterotipos y elige según tus sentimientos.

Eso sí, evitemos de todas todas las flores artificiales o sintéticas. Elijamos las flores de cultivo ecológico y de proximidad. Aunque lo mejor sería flores de planta viva o ramos de flores secas o incluso hechas con papel.

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