Una empresa funeraria de París ofrece el servicio de cortejo fúnebre basado en una cargobike adaptada como vehículo fúnebre. La llamada corbicyclette, es un triciclo a pedales con asistencia eléctrica adaptada para transportar al difunto de forma ecológica.
El interés para destacarla es que este triciclo fúnebre se ha construido siguiendo la compleja normativa que regula en Francia al igual que en España los vehículos fúnebres. En otras palabras, que es posible disponer de vehículos fúnebres a pedales.
A diferencia de España, donde el oligopolio funerario está atrincherado merced a la desidia gubernamental en este ámbito, en Francia, al menos dejan espacio para los alternativos.
En el país galo, desde la legalización de los ataúdes de cartón, son varias las empresas alternativas que ofrecen funerales ecológicos (1) (2) (3).
La corbicyclette parisina sigue la estela de otros vehículos alternativos similares que ya ruedan en Dinamarca, el Reino Unido y Suiza, pero en este caso adaptada a la nornativa de los vehículos fúnebres a motor.
El vehículo lo promueve la emprendedora empresarial, Isabelle Plumereau, fundadora de la funeraria Le Ciel & la Terre, cuya bandera de servicio es el vehículo fúnebre a pedales.
Su vehículo lo llama en francés “corbicyclette”, como resultado de la contracción entre corbillard (coche fúnebre) y bicicleta. Se ha diseñado sobre una cargobike con asistencia eléctrica y ha sido fabricada en Vallet (cerca de Nantes) por la empresa Carapate Aventure.
La caja simula la de una limusina fúnebre y se adapta a la normativa para estos vehículos como sucede en España. Cumpliendo pues con la normativa, el ataúd no es visible cuando está situado en el interior de la caja.
Puede cargar hasta un peso de 200 kg y la caja mide de dos metros de longitud y un peso en vacio de 180 kg. El ataúd se ubica o se extrae sobre raíles que lo bloquean. La plataforma es fácilmente higienizable, y la caja equipa cierres para garantizar la seguridad de la carga.
Un triciclo fúnebre a pedales, tenga el diseño que tenga, permite repensar la procesión fúnebre. Esta deja de ser un séquito de coches por convertirse en una verdadera comitiva de acompañamiento.
El objetivo de impulsar un vehículo que permita el cortejo fúnebre es porqué lo considera un elemento de acompañamiento ritual del difunto más emotivo.
En el costado de la caja de transporte, hay barras de metal en las que se pueden colgar cintas, flores o mensajes como es habitual en las limusinas fúnebres.
Para la fundadora de Le Ciel & la Terre, aunque el estandarte del marketing de la empresa es la corbicyclette, como empresa funeraria ofrece productos estándard. Sin embargo, tienen la opción del funeral ecológico.
Por supuesto, quién escoge como último transporte al más allá un vehículo sostenible, también elige un ataúd ecológico y sin que el cadáver reciba tratamientos de tanatopraxia. Quizás incluso puede conseguir, si el difunto era parisino, que se le pueda enterrar en el cementerio natural de Ivry-sur-Seine.
Una evidencia clara es que la bici fúnebre no puede existir sin que la sociedad valore los beneficios de planificar la propia ceremonia fúnebre. Curiosamente, en Francia ya se publicó en 2017 un libro sobre funerales ecológicos.
No siempre se puede evitar la tristeza de la pérdida de un ser querido, pero desde el ataúd hasta el vehículo de transporte, podemos aspirar a productos y procesos más ecológicos.
La corbicyclette no sólo es un elemento ecológico como servicio funerario, sino que sobretodo sirve para visualizar que otra forma de ir al cementerio o crematorio es posible.
La propuesta de este vehículo a pedales con asistencia eléctrica permite la procesión como un paseo simbólico tranquilo. Un cortejo fúnebre a la velocidad de las mariposas con el que lentamente poder ir asimilando la pérdida acaecida.
El concepto que propone esta funeraria creadora de la corbicyclette, a buen seguro sería mucho más apreciada en áreas rurales o ciudades medianas. En estas los cementerios están cerca de la población y hacer un cortejo fúnebre es posible y más asequible.
La iniciativa de la corbicyclette es una más de estas iniciativas que aportan vientos de cambio favorables para renovar el anquilosado mundo funerario.
La amplia publicidad obtenida desde los medios de comunicación en todo el territorio galo e incluso en el extranjero con la presentación de la corbicyclette, seguro que pueden facilitar afianzar el cortejo fúnebre a pedales.
La empresa se crea a finales del 2021 y la corbicyclette se presentó a primeros de noviembre 2022. La iniciativa de Le Ciel et la Terre con su corbicyclette no lo va a tener fácil.
De entrada, el acceso al camposanto más importante de París, el cementerio Père Lachaise, tiene prohibida la circulación de bicicletas o similares.
La empresa ha desembolsado unos 20.000 euros, según han declarado, invertidos en el diseño y fabricación del vehículo (aunque con la publicidad que ha tenido incluso se puede valorar como una inversión rentable).
A su favor, probablemente, tiene el antecedente de la mensajería en cargobike, iniciado en 2001 por la iniciativa La Petit Reine, que fue pionera en el reparto de último kilómetro de paquetería y que opera por el centro de París y otras ciudades francesas y suizas.
La otra cuestión pendiente es poder realizar por las calles de París un cortejo fúnebre a velocidad de bicicletas y con acompañantes también en bici como comitiva.
Su creadora alquila la corbicyclette al mismo precio que una limusina fúnebre motorizada convencional, pues entiende que no quiere ser una competencia para el sector, sino una opción más.
Fotos: publicidad en prensa de la empresa promotora de la corbicyclette.