Hay una puerta ahí es un documental que retrata el nacimiento de una amistad entre dos hombres mientras uno ayuda al otro a morir.

A través de su diálogo por teleconferencia, entre Mallorca y Uruguay, asistimos a la aceptación del dolor, el sentido del humor, la familia y los amigos, las ideas y las creencias que transpiran en la relación entre ambos.

Esta es la historia de la la vida y del final de ella que atravesarán a lo largo de los nueve meses que duran sus charlas durante la pandemia, entre Fernando Sureda, paciente y el Dr. Enric Benito, médico paliativista quien le enseña y le acompaña en el morir.

Todo empezó en 2019, el ex gerente de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), Fernando Sureda, saltó a todos los medios de su país con una petición que abrió debates incluso en el parlamento: pedía morir tras saber que tenía Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA). Era el enfermo terminal “con más salud del mundo”, pero no quería ver su trágico final.

Testimonio en estado de gracia

Así pues, nueve meses y once horas de grabación son el testimonio de una relación "entre dos cabezotas”, uno que quería morir y otro que le guiaba sobre cómo afrontar el proceso lo mejor posible en un país, como Uruguay, donde no existe la eutanasia.

El hilo de todas estas conversaciones cruzadas es difícil de reconstruir, pero el objetivo está claro y es siempre el mismo: que Fernando aprenda a morir.

El valor de este documental está en su autenticidad, en su profundo humanismo y en la sinceridad que el montaje cinematográfico transmite.

Un hombre morirá y el otro nos dejará su compromiso con la vida. Entre los dos el espectador aprende a celebrar la vida y a apreciar el proceso de morir que es igual de bello y organizado que el proceso de nacer.

Quería morir antes que la enfermedad le deshumanizara completamente

La cinta comienza cuando Fernando sólo tenía paralizadas las piernas, pero pedía ser ayudado a morir antes de que la enfermedad avanzase. De esta forma, durante todo su metraje se van sucediendo las videoconferencias entre “el enfermo terminal con más salud del mundo” y el médico que le está ayudando a morir en paz.

Finalmente, el 23 de septiembre de 2020, Fernando Sureda, fue sedado cuando la enfermedad ya le impedía respirar por sí mismo, ya que cumpliendo con su deseo no autorizó una traqueotomía que simplemente hubiera alargado una agonía imparable.

De fondo, el film nos lleva al debate sobre la eutanasia y esta es la actitud de Fernando al inicio. Un actitud que se contrapone con la importancia del buen morir que propugna el Dr. Benito.

La pequeña revuelta de Fernando provocó que en marzo de 2020 se retomase en Uruguay el debate sobre el ‘buen morir’, de la mano de un proyecto de ley que buscaba legalizar la eutanasia.

Sin embargo, a día de hoy, tres años después de comenzar a debatirse la ley, la práctica de la eutanasia sigue siendo considerada un crimen en el país suramericano.

Pero hay una mejor buena noticia. Para el Dr. Benito, analizar el debate debería centrarse en la imposibilidad de contar con cuidados paliativos para miles de personas que en España mueren sin cuidados paliativos dignos. Y reconoce que "posiblemente, es por donde tendríamos que empezar”.

Curiosamente, tras la muerte de Fernando Sureda, Uruguay aprobó en agosto de 2023 una ley de cuidados paliativos (1) algo de lo que España carece en la fecha.

La película se basa en tres vías paralelas, los encuentros por teleconferencia, los envíos de correos electrónicos y la mensajería instantánea. En total suman 11 horas y 15 minutos de grabaciones, 68 páginas de correos electrónicos y cientos de audios. En la película no salen, pero la familia de Sureda tuvo la asistencia de psicólogos y otros asistents sanitarios.

Dos años después, el Dr. Enric Benito pudo viajar a Uruguay para encontrarse con la familia, los amigos y el personal de salud que cuidó a Fernando.

El contenido de la película se explotará pedagógicamente

La película documental, es la ópera prima del comunicador Facundo Ponce de León, quien junto a su hermano Juan componen la productora Mueca Films. Hay una puerta ahí, se presentó en el Festival de Cine de Málaga 2023 y la Fundación Pía Aguirreche la ha patrocinado.

Precisamente, está fundación ha adquirido los derechos para explotar el contenido de las conversaciones entre Sureda y Benito para la formación de médicos paliativistas. Para ello se han transcrito las conversaciones de forma que puedan estudiarse.