Toda Vida, por corta que sea, la humana incluida, siempre responde a un propósito, aunque no siempre sepamos interpretarlo: volver a la Unidad de la qual salimos.
Vivimos gracias a que estamos muriendo continuamente y morimos porqué hemos vivido continuadamente y es este ciclo vida-muerte que marca nuestra existencia. Por eso imaginar el día de nuestra propia muerte