Estoy contigo es un cuento en el que Taylor es un niño al que de pronto todo se le vuelve patas arriba y este no sabe a quién recurrir. Los animales que le rodean creen tener la solución perfecta.

La gallina quiere hablar sobre el tema, pero a Taylor no le apetece charlar; el oso opina que Taylor debería enfadarse, pero esta tampoco parece la mejor opción...

Uno tras otro, todos los animales intentan decirle a Taylor cómo actuar, y uno detrás de otro, todos fallan.

Entonces llega el conejo y se sienta a escuchar en silencio. ¡Justo lo que Taylor necesitaba!

Los expertos la califican como una preciosa y entrañable metáfora del apego, una situación en la que las palabras o lo racional no permiten que el pequeño pueda actuar. 

Un cuento para tratar lo invisible a los ojos

En realidad, la desazón de Taylor por lo que se le ha derrumbado sería la misma que ante la pérdida de un ser querido, por lo que este cuento puede ser interesante también para tratar el duelo. Porqué el duelo, como lo reconocía otro cuento histórico El Principito en "lo esencial es invisible a los ojos".

En Estoy contigo, los niños pueden aprender sobre sus sentimientos y las reacciones que desarrollan ante las situaciones de enfado, y el duelo tiene una fuerte componente inicial de negación e ira.

Poder cooperar con otras personas, identificar las emociones, y saber cómo lidiar con ellas, son aspectos del entendimiento social y emocional que este cuento permite plantear.

Una historia inolvidable para el acompañamiento emocional durante la infancia que aborda temas como la tristeza, la pérdida, el apego. Un cuento corto que permite abrir puertas para consolar el afectado.