Sayonara, el libro para cuando ya no estés
SAYONARA es el libro que nadie quiere tener, pero que probablemente sea muy útil y necesario. Un libro diseñado de forma esmerada a modo de cuaderno vital para llenarlo con información y datos personales útiles para el final de vida.
Datos aparentemente insignificantes en algunos casos pero que quizás pueda costar seleccionarlos. Datos que una vez plasmados en el libro se convierten en un legado para nuestros seres queridos.
Sin duda, es un libro en el que el lector pide ser convertido en coautor o más bien en "proautor". Sus páginas son algo más que simplemente una invitación a volcar información sobre cómo podemos imaginar o queremos que nuestros seres queridos nos recuerden o conozcan.
Una herramienta, de pocas páginas pero que permiten concentrar información personal para cuando uno ya no está.
Más que un libro es un espacio personal cuyo objetivo para quién lo adquiere, es que sea una invitación amable a reconocer la gran realidad de que algún día la persona muere.
Todo lo que el propietario anota en este libro se convertirá, el día que uno ya no esté, en un bálsamo para ayudar a no añadir sufrimiento innecesario al duelo de los seres queridos.
Planificar la fiesta de despedida y otros datos relevantes
La importancia de planificar el funeral, el ritual de cómo queremos ser recordados, de cómo queremos que sea nuestra despedida es una de las ideas fuerza de esta web.
En Funeral Natural elaboramos ya un guion sintético de cosas a tener en cuenta para planificar una ceremonia funeraria (pdf). Pero hay mucho más que podemos legar.
No sólo hay los aspectos que se pueden arreglar con un abogado o notario, sino otros más personales que evitarán estrés a la familia cuando la persona fallece.
Sayonara, nos ordena todos estos apartados importantes sobre los que quizás no pensamos.
Existen recursos creados por personas que facilitan el acompañamiento a la muerte y organizan ritos de despedida. La autora de Sayonara, Veronica Quaedvlieg es una de ellas.
Sayonara aporta otra vertiente a este tipo de recursos para ordenar el final de vida: el aspecto creativo.
Su propuesta es la de haber diseñado el recurso a modo de libro o vitácora personal donde anotar las indicaciones que sugiere cada apartado.
Sayonara fue creada como lo expone su autora "para personas jóvenes, para familias con o sin hijos, para personas con una enfermedad grave, para personas mayores, para personas solteras, para personas que quieren cuidar de los suyos, para personas deportistas, para personas responsables, para personas soñadoras, para personas realistas".
El libro contiene una explicación y recomendaciones para llenarlo y consejos sobre regulaciones, maneras de dejar nuestro legado, etc..
Bienvenidos los recursos para cuando ya no esté
En la era digital y en un mundo interconectado, lo impreso también convive con propuestas en la nube, como la aplicación para móviles I Leave, creado por un emprendedor del país.
Pero Sayonara es un cuaderno-libro impreso en papel, imperecedero a medio plazo y que en la ausencia siempre queda como un elemento de recuerdo de quién lo personalizó.
Un elemento en el que el diseño y el amor de la autora queda implícito en sus páginas. Páginas que a su vez son el soporte para facilitar la expresión de la persona que lo rellenará.
Cualquier recurso a favor de repensar la muerte o la ceremonia de despedida y el legado de lo que dejamos es fundamental.
Por ello, es una buena opción adquirir recursos como Sayonara (además asequible económicamente y fácil de obtener) ya que nos empodera frente al miedo a la muerte. Y es interesante hacer el ejercicio, incluso aunque quizás pensemos que no iremos a necesitarlo en breve.
La vida es suficiente intensa como para que nos olvidemos a menudo de que la muerte está siempre presente.
En el libro Sayonara hay una componente amorosa implícita en sus páginas y, sobretodo, es una invitación recomendable.
Su autora, Verónica Quaedvlieg, es una mujer holandesa afincada en Madrid desde 2011, y trabaja de asesora y acompañante para el final de vida.
Para abordar el proceso de morir, lo mejor es asentarlo sobre tres pilares: autodeterminación, compasión y comunicación.
Desde estos se puede reconocer la muerte y de esta manera vivir con conciencia hasta la última exhalación.
Evidentemente, la invitación de Sayonara trae conciencia a la provisionalidad vital, algo que para nuestra sociedad sigue siendo un tabú.