Ahora o nunca
Jack Nicholson, Morgan Freeman, Sean Hayes, Rob Morrow, Beverly Todd, Alfonso Freeman, Rowena King, Serena Reeder, Hugh B. Holub, Jon Hamm, Taylor Kitsch
"Siempre es difícil entender el sentido de la vida de una persona. Algunos dirán que es por aquello que dejamos atrás. Otros que la medida depende de la fe. Otras por el amor. Otras personas dicen que la vida no tiene sentido alguno. Yo creo que se mide por las personas que se miden a partir de ti. Lo que os puedo asegurar es que en la medida que sea, Edward Cole vivió más en sus últimos días en la Tierra que lo que la mayoría de las personas consiguen extraer de toda una vida. Y se que cuando murió lo hizo con los ojos bien cerrados y el corazón bien abierto". Así empieza esta excepcional propuesta cinematográfica.
Ahora o nunca es una comedia dramática sobre la amistad que nace con la premisa de "nunca es tarde para empezar a vivir", preguntando al espectador qué haríamos ante un diagnóstico de enfermedad incurable.
Cabe destacar además que la película nos hace reflexionar acerca de cuáles son las cosas realmente importantes de la vida, así como la consideración de lo que nos aguarda después de la muerte.
De hecho, la muerte está presente en distintas conversaciones emotivas que mantienen los protagonistas, destacando las ideas egipcias sobre el más allá y la vida eterna.
El profesor de filosofía del joven Carter Chambers, les sugirió que elaborasen una "lista de deseos", un recuento de todas las cosas que querían hacer, ver y experimentar en la vida antes de morir.
Carter dejó pasar el tiempo y mientras aún trataba de aclarar sus sueños, la realidad le llevó al matrimonio, a los hijos y a una multitud de responsabilidades además de ejercer de mecánico de automóviles.
Unidos por los últimos deseos
Su lista de deseos se convirtió, a partir de entonces, en un recuerdo agridulce de un sinfín de oportunidades perdidas y en un ejercicio mental que hacer de vez en cuando.
A su vez, el multimillonario empresario Edward Cole, nunca leyó una lista sin pensar en los beneficios que podía generarle.
Demasiado atareado en ganar dinero y construir un imperio financiero, nunca dedicó tiempo a pensar cuáles podrían ser sus necesidades más profundas.
La vida los enlazará y les dará a ambos un toque de atención urgente e inesperado y lo que uno aporta gracias el dinero, el otro lo aporta por la convicción de buscar la felicidad desde el corazón.
Tras compartir habitación durante su proceso de cáncer, Carter y Edward se darán cuenta que quizás pueden hacer algo más que simplemente ser un experimento médico mientras mueren lentamente en el hospital.
A pesar de sus diferencias, pronto descubren que tienen dos cosas muy importantes en común: unas ganas enormes de vivir y el deseo de vivir urgentemente todos sus sueños incumplidos.
De esta forma, los dos hombres deciden dar un giro a sus vidas y acometer, antes de morir, todas las cosas que siempre han deseado, lo que la película convierte en un viaje de amistad, lleno de reflexiones y contrastes.
El relato termina con la deposición de las cenizas de Edward Cole, mientras el narrador advierte: "Estoy seguro que le gustó su lugar de descanso porqué lo enterraron en la montaña y está prohibido".