John Robina es exprofesor de literatura enamorado y estudioso del escritor Ernest Hemingway (1899–1961), pero tiene demencia senil. Ella, su esposa, es una mujer enamorada de su marido con el que comparte más de cincuenta años casada. A pesar que Ella tiene una salud frágil, mantiene intacto su ingenio y pericia.

Juntos inician un viaje por Estados Unidos huyendo del asfixiante cuidado de sus médicos e hijos. Desde Boston hasta Key West al sur del país, la pareja recorre una América que no reconocen a bordo de su vieja autocaravana de 1973.

El viaje les hará compartir buenos y malos momentos ya que la memoria de John hace malas pasadas. Mientras, Ella mantiene su compromiso de amor y pasión por la vida.

Cuando se desea un final de vida digno, la clave es el amor

Afrontar la vejez y la demencia senil se ha convertido en un reto para nuestra sociedad. Lo más habitual es el internamiento o la dependencia farmacológica. A todo ello, la familia, los hijos, cuando los hay, tampoco facilitan a menudo la libertad de sus progenitores que aprecian desvalidos.

El viaje de sus vidas es una película en la que sus protagonistas se rebelan y el poco aliento que les queda lo consumirán para repetir un viaje memorable tantas veces hecho en su juventud.

Un viaje en el que los olvidos o vacíos de él se compensan con la atención de ella. Pero como sucede a menudo esta dependencia labrada a lo largo de los años a veces no se ha construido siempre desde la sinceridad incondicional.

Los recuerdos, a veces hacen malas pasadas, especialmente, cuando una persona por razones de demencia puede acabar confundiendo con quién se relaciona.

Un viaje sin retorno

John y Ella Robina han compartido una vida maravillosa durante más de cincuenta años. Ahora en sus ochenta, Ella sufre de cáncer y ha decidido dejar el tratamiento. Asiste con paciencia a veces, e indignación otras, al deterioro que el Alzheimer produce en John.

Con Ella como su vigilante copiloto, John conduce su autocaravana clásica Winnebago Indian de 1973 a lo largo de los caminos olvidados de la Ruta 66 en busca de un pasado que les costará recordar.

Sin embargo, Ella está decidida a demostrar que, cuando se trata de la vida, no importan las limitaciones físicas si la persona quiere ejercer su libertad. Donde todos dicen que no se puede, Ella y John demostrarán el poder de lo que queda de sus habilidades vitales.

El viaje con la autocaravana es una odisea a través de los pueblos fantasmas, aparcando en cámpings, rodando por espacios olvidados y relacionándose con sus limitaciones.

Es el último viaje, el viaje que lleva al final de la vida con dignidad, manifestándose su amor, perdonándose por el pasado y aceptando que las experiencias que han vivido han sido un regalo. De ahí que el film nos muestra el coraje para ser responsables y poner dignidad al final de sus propias vidas.

Curiosidades

La película de producción italiana goza de dos grandes actores, Helen Mirren, Donald Sutherland, veteranos de la escena que bordan su papel de forma magistral.

No es una película con giros inesperados, pero esta road movie mantiene la atención del espectador en todo momento, aunque al guion le falta la profundidad de la novela The Leisure Seeker (2009) del escritor norteamericano de origen armenio, Michael Zadoorian.

La película se centra en la tragedia de la pérdida de memoria, la importancia de poder perdonar y, por supuesto, en el valor del amor para afrontar el final de la vida.

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