Conmovedora historia de amor sobre la memoria y sobre los indescriptibles vericuetos de un largo matrimonio: Grant y Fiona, que llevan 50 años casados.

Poseen un sentido del compromiso aparentemente quebrantable, pero llevan una vida llena de ternura y humor. Esta serenidad sólo se ve perturbada cuando, ocasionalmente, Fiona hace alguna referencia comedida al pasado, dando la sensación de que el matrimonio no siempre ha sido un cuento de hadas.

Esta tendencia de Fiona, unida a su evidente pérdida de memoria, produce momentos de tensión que ambos suelen romper con algún comentario desenfadado.

Pero cuando estos fallos de memoria se vuelven más evidentes, ella decide ingresar en una residencia especializada.  A partir de este momento el alzheimer de Fiona se convierte en un olvido para sumergir en lo más profundo un dolor emocional insoportable.

El cuento de Alice Munro, The bear came over the mountain (1999) es un relato corto sobre el proceso del alzheimer que sirvió de referencia para el guion de la película.

El cuento compara el alzheimer con un pozo en cuyo fondo, se reconoce el protagonista; y es que hay que bajar al pozo para darnos cuenta de cuan lejos estamos de la luz que dejamos atrás a fin de reencontrar una nueva salida. 

El alzheimer en toda su crudeza

Lejos de ella nos lleva dentro de una residencia geriátrica especializada en la demencia senil y evidentemente nos muestra los estragos que esta causa. Desde la hija rechazada por que su madre ya no la reconoce, hasta las visiones que tienen las cuidadoras.

Sin duda, el alzheimer es una especie de autodestrucción en vida que ataca a la identidad íntima de los individuos afectados y cómo sus familiares que los quieren quedan poco a poco fuera de su mundo.

Una enfermedad que produce la sensación de vivir la muerte del otro en vida, ya que el morir es precisamente el olvido de uno mismo.

Pero en la película, la duda que se le puede plantear al espectador es si la protagonista padece alzheimer o lo utiliza para desquitarse de un marido que, aunque no la abandonado y se lo aceptó, se sintió ultrajada por su vida sexual extramatrimonial notable.

El alzheimer impacta aunque no haya una degradación física visible en los estadios iniciales, y esto impacta en el plano emocional que nos caracteriza a los humanos.

Si bien la película nos abre a una opción sorprendente sobre los misterios del olvido consciente, no es menos cierto que ante la degradación cognitiva o emocional se advierte: "simplemente tienes que tomar la opción de ser feliz".

Fiona busca en la residencia geriátrica la ternura que no ha tenido de su marido, aunque Grant está siempre pendiente de ella, como vigilándola. Así que, en realidad la presencia casi a diario del marido en el geriátrico ¿es por "amor" o por celos?.

La directora, Sarah Polley, conocida también como una actriz talentosa como lo muestra su magnífica interpretación del film Mi vida sin mí (2003), debutó como directora con esta película.

Sarah Polley escribió el personaje de Fiona para que fuese interpretado precisamente por Julie Christie. Y esta con su papel consiguió el Globo de Oro a la mejor actriz.