Mi vida con Amanda
Vincent Lacoste, Isaure Multrier, Stacy Martin, Ophélia Kolb, Marianne Basler, Jonathan Cohen
Mi vida con Amanda es una película sobre el duelo de una niña de siete años enmarcada en la pérdida de su madre en un atentado terrorista en París. Cuando su madre fallece en un brutal atentado, el único que puede hacerse cargo de la pequeña es su tío David, un veinteañero solitario y soñador que vive el presente y que hasta ahora ha evitado tomar decisiones que le comprometan.
La cinta se centra en el duelo infantil pero desde la perspectiva también de las consecuencias derivadas del terrorismo. Hay algunas curiosidades a tener en cuenta, por ejemplo, David tiene 24 años y Amanda, con lo cual según la legislación francesa ya puede optar como tutor hasta que ella alcance los18 años.
Otro dato interesante es que cuando la niña se derrumba emocionalmente David intenta pararle la misma y nos muestra a alguien que no sabe manejar el duelo. Sin embargo, le aporta ternura y amor.
Más allá del argumento sencillo, pero bien estructurado, el duelo infantil sobrevuela en altura y con sólo algunas pinceladas, pero precisamente por este motivo es una buena cinta para adentrarse en el tratamiento del duelo infantil.
También nos muestra las dudas sobre compatibilidad entre libertad y cuidar por parte de un joven sin un rumbo vital claro y que justo acaba de iniciar una relación amorosa. Por ello duda sobre si podrá asumir el compromiso de tutelar como se merece para cuidar su sobrina Amanda con la que de siempre se ha llevado muy bien.
El film se enfoca esencialmente n la estrecha relación que entablan los protagonistas. Una relación enmarcada en la naturalidad a ritmo lento con algunos momentos tensos en los que David será consciente que Amanda ha quedado sola y es la persona más cercana a ella.
Duelo doble
Entre medio de la historia de la orfandad repentina de Amanda se mezcla un conflicto familiar. Tanto David como Sandrine su hermana y madre de Amanda fueron abandonados por su madre biológica Alison que se trasladó a vivir a Londres y les dejó sólo con su padre. A Alison no la han visto por lustros y Sandrine antes de morir había organizado familiar de Amanda, David y ella para que Alison conociera a la niña.
Así que de alguna forma asistimos a un luto doble, de diferente intensidad por la pérdida de la madre. Rehacer los vínculos familiares es uno de los objetivos que Mi vida con Amanda propone.
En cierto sentido, el fondo de la película sigue el precepto del “Carpe diem quam minimum credula postero”, que se adaptado a nuestro tiempo se podría traducir por “aprovecha el día y no confíes en el mañana.”
Sin embargo, este mensaje va por debajo de otro más sutil que como dijo el escritor Antoine de Saint-Exupéry (1900-1944), lo esencial es invisible a los ojos. Parte de la relación entre Amanda y David se sustenta en aquello que es invisible pero a la vez esencial, el amor ¿qué otra cosa si no?.
Frente al drama cotidiano causado por el terrorismo la película sabe mostrar esos sentimientos a través de pequeños gestos, unas pocas palabras, unas sonrisas, unas lagrima o una canción que suena de fondo frente un simple recuerdo que aparece.
Mi vida con Amanda, no se estrenó en cines ya que coincidió con los momentos de la pandemia del 2020 y fue directamente a las plataformas digitales de pago por vision. Ambos protagonistas, Vincent Lacoste e Isaure Multrier realizan unas interpretaciones luminosas y llenas de matices que realzan la singular historia pero que tiene un final algo abrupto y demasiado abierto.