Tiana y el Sapo (2009) es un film de animación que  responde  las preguntas sobre qué pasa tras de la muerte o dónde van los seres queridos. Se basa en el libro de la Princesa rana de E.D. Baker y narra las aventuras de Ray la simpática luciérnaga que acompaña a Tiana en sus desventuras, hasta morir aplastada por el malvado villano hombre de las sombras.

A diferencia del resto de princesas, Tiana no sueña con palacios, sino con ser empresaria. Sabe que su fuerza de voluntad la puede llevar a conseguir lo que se proponga, lo malo es que no tiene tiempo para disfrutar de su vida.

Un día, se encuentra con un gracioso sapo que dice ser el Príncipe de Maldonia. El animal le pide insistentemente un beso a Tiana para romper su hechizo y volver a ser un joven apuesto, pero cuando finalmente lo consigue, la princesa también se convierte en sapo.

Su única posibilidad de volver a su estado normal es visitar a Mama Odie, una vieja que practica vudú en su cabaña situada en las profundidades de un peligroso bosque.

El interés de este film de animación es que plantea aspectos interesantes para abordar el proceso del duelo en los niños.

La trama señala emotivamente que tras la muerte de Ray, esta se reúne para siempre con su amada —Evangeline, la estrella polar— iluminándose una nueva estrella brillante en el cielo nocturno junto a ella, algo muy similar a lo comentado en el l Rey León o Bambi, entre otras.

La muerte pone a prueba a los más pequeños ya que no les ha dado tiempo a construir estrategias y defensas. La relación entre un niño con la persona fallecida es esencial para ayudarles a vivir la pérdida. 

Esta película es útil pues para trabajar por proceso del duelo en los niños así como para enseñarles a enfrentarse a sus sentimientos