Hay imágenes de civilizaciones antiguas que son instructivas. El dios maya de la muerte Kimi  (o Cimi) o “el descarnado” (en los Altos de Chiapas también se conoce como Ah P'uuch ) es toda una lección de medicina forense.

Su representación iconográfica visualiza diversos fenómenos cadavéricos y los procesos de descomposición cadavérica. No hay otra imagen tan singular de alguna divinidad de la muerte en otras civilizaciones antiguas.

En esta visión sintetizamos un artículo muy interesante publicado en 2014 que analizaba la ilustración arqueológica de este dios maya de la muerte desde la óptica de los conocimientos forenses.

El dios maya que enseñaba medicina forense
Dios maya de la muerte Kimi o Ah P'uuch según la ilustración del Códice de Dresde. Redibujado a partir del original.

El dios maya de la muerte, Ah P'uuch, se caracteriza por presentar la piel caída y la cabeza esqueletizada, con las costillas desnudas y proyecciones de la columna vertebral asimismo.

Además, parece sostener un cráneo y lleva un collar de cascabeles y, trenzadas en sus cabellos, unas cuencas oculares.

Al ser representado como un esqueleto resaltan el cráneo y sus maxilares parcialmente desdentados; asimismo, es sorprendente la representación de los huesos de sus costillas y las apófisis o salientes óseas de las vértebras que conforman su columna.

También se puede apreciar que su cuerpo está cubierto de piel, pero ésta se ve hinchada y acompañada de círculos oscuros.

Se puede interpretar estos círculos con las manchas que deja la oxidación de los elementos del tejido sanguíneo una vez iniciada la descomposición. También se muestra como si estuviera a punto de reventar por la putrefacción.

Así que este dios, en realidad se ilustró (tal y como nos ha llegado del Códice de Dresde) como un cadáver  en proceso de descomposición.

Ah P’uuch, en los códices antiguos, se identifica por la coloración amarillenta de su piel, la cual es característica de los cadáveres que inician el proceso de descomposición en la fase cromática.

En la mitología maya Ah P’uuch se le asocia con enfermedades y era un dios temido. De él dependía que las cosechas no fueran afectadas por las sequías. Vivía en lo más profundo del inframundo (Xib’alb’a) donde estaban los espíritus de los hombres.

Más allá de las cuestiones mitológicas es interesante señalar, como se apunta, que la representación que nos ha llegado es un compendio de los principales procesos o fenómenos cadavéricos como señalan algunos estudiosos de la medicina forense.

Apreciación de los fenómenos cadavéricos en el dios maya de la muerte

Entre los fenómenos cadavéricos el primero es el enfriamiento o algor mortis al cesar la función vital de producir calor, lo que provoca una deshidratación gradual del cadáver.

Luego aparece el rigor mortis o rigidez de la muerte representada por el encorvamiento de toda la figura. A la vez que la piel se seca y toma la apariencia amarilla.

Las livideces cadavéricas o livor mortis de coloración violácea o rojo vino, que aparecen en las partes declives del cuerpo al acumularse pasivamente la sangre en ellas por la acción de la gravedad (fenómeno que aparece a partir de las cuatro horas del deceso), también se observan en la ilustración del dios maya de la muerte. 

Si observamos la imagen de Ah P’uuch vemos la retracción muscular en manos y pies, lo cual da la apariencia de que al cadáver le continúan creciendo las uñas y el cabello.

En el ojo, la pérdida de la transparencia corneal, que causará la opacificación de la córnea. Esta aparece en menos de una hora y persiste durante siguientes primeras doce horas post mortales debido a la deshidratación ocular

La mancha negra esclerótica u ocular (que se presenta alrededor de las diez a doce horas después de la muerte) es notoria en Ah P'uuch. Vemos que los párpados se encuentran entreabiertos, ya que la esclerótica se transparenta y deja ver la coroides.

Recorte de unas de las ilustraciones del dios maya de la muerte del Códice de Dresde.

Entre las 24 y 36 horas postmortales se forma la llamada red venosa póstuma muy visible debajo de la piel debido a los gases producidos por las bacterias presentes en el intestino. Esta podría intuirse en las extremidades inferior de Ah P’uuch.

La fase enfisematosa, en la que los tejidos corporales se expanden por la acción de gases producidos por las mismas bacterias, es lo que en la ilustración del dios maya parece que su cuerpo vaya a reventar.

Igualmente, se observan en las extremidades inferiores de Ah P’uuchde las bulas o flictenas, elevaciones de la piel en forma de ampollas que se forman por la presión de los líquidos trasudados repletos de bacterias.

Luego debido aparece el desprendimiento dermoepidérmico, que se da al reventarse las flictenas, que aparecen entre las 36 y 72 horas post mortem.

La última fase, de esqueletización o reducción esquelética también se puede observar en la representación de Ah P’uuch.

Respecto a las imágenes de los cascabeles según los expertos podría tratarse de una representación de los ojos, globos oculares esquelitizados.

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