Después de la muerte  es un documental de tintes religiosos con una pátina de cientifismo. En la distribución española le han puesto un prólogo del Dr. Manuel Sans, un médico que aporta una aproximación a las experiencias cercanas a la muerte (ECM) desde lo que él denomina la Supraconciencia cuántica. Uno puede imaginar que así se compensa la religiosidad con la que se va a encontrar el espectador.

En realidad el documental contrapone el pastor John Burke, de la Gateway Church de Austin, autor de Imagina el cielo (2022), con uno de los científicos pioneros en el estudio de las ECM, el Dr. Michael B Sabom, autor de Recuerdos de la muerte (2017).

Mientras el primero defiende la posibilidad de imaginar el cielo que ilustra con diferentes testimonios que han vivido ECM, el Dr. Sabom sólo atiende a los hechos irrefutables aunque sostiene que a pesar de que la ciencia puede observar de forma muy objetiva no puede demostrar.

A partir de ahí, Don Piper, Mary Neal, Dale Black van exponiendo sus experiencias de muerte. Don Piper, autor de 90 minutes in heaven, resucitó de un accidente de coche, Mary Neal,cirujana, de un accidente en kayak extremo, y Dale Black, un piloto que se estrelló con un bimotor privado y sobrevivió.

No son los únicos testimonios del documental, pero sí los más destacados. El resto también se centran en su experiencia religiosa, y luego están los que narran su visita al infierno como Paul Ojeda que tuvo una ECM tras una sobredosis de droga. No fue al cielo sino que según su vivencia, fue trasladado a las profundidades más oscuras. Finalmente, vió la luz tras implorar clemencia a Jesús.

A titulo de curiosidad aparece el Dr. Ajmal Zemmar, uno de los autores del equipo del Dr. Raul Vicente, que asistió a la primera muerte monitorizada de una paciente. A partir de los resultados del encefalograma detectado, teorizaron sobre lo que el cerebro podía percibir en aquel momento justo antes de morir. Dicho sea de paso que las conclusiones del estudio científico publicado fueron manipuladas por la prensa.

Un panfleto religioso con tintes de imparcialidad

Después de la muerte cuenta con un arsenal cinematográfico en fotografía, imágenes de dron espectaculares, efectos especiales bien logrados, etc. Todo ello acompañado de  banda sonora  para cautivar al espectador en un mensaje trascendente: el cielo es mejor que la vida terrenal. Así lo afirma rotundamente Don Piper, pero el resto de testimonios van poniendo velitas en el mismo sentido.

Las experiencias cercanas a la muerte se han convertido en uno de los fenómenos que permiten explorar el más allá desde una perspectiva libre de creencias. En primer lugar, si bien es verdad que desde el método científico cartesiano y newtoniano no pueden explicarse, en cambio, las ECM atienden a las leyes de la física cuántica, como explica el Dr. Sans en el prólogo audiovisual  que precede al documental.

Este documental está basado en diferentes testimonios estadounidenses que han escrito libros de sus experiencias cercanas a la muerte. Por eso pasa de puntillas por el tema científico.

Eso sí, da voz a uno de los fundadores de la International Association for Near-Death Studies, Jeffrey Long, y que en España tiene una sede y recoge imágenes de archivo de entrevistas al pionero del estudio y divulgación de las ECM, el Dr. Raymond Moody. Sin embargo, todas ellas quedan fuera del contexto en el montaje.

El montaje del film es algo caótico y está destinado a refuerzar constantemente la experiencia religiosa de los testimonios usados. Por supuesto, no aparecen referentes europeos científicos del tema de las ECM como Pim van Lommel y otros.

En síntesis, un documental que invita a salirse de la sala o soportar más de hora y media de homilía sobre las bondades del cielo. Eso sí, acompañadas de una banda sonora de música épica que no cautiva para nada a quién quiera aprender realmente sobre las experiencias cercanas a la muerte.