La recomposición o recompose es un proceso de compostaje promovido desde los Estados Unidos. Poco a poco algunos Estados lo van incorporando. Se denomina técnicamente reducción natural orgánica. El proceso reduce los restos humanos a humus útil para fertilizar el suelo.
Cuando el nacimiento en realidad es una muerte, este se convierte en una realidad dolorosa. El duelo por la muerte perinatal es difícil de afrontar y para la que no hay protocolos sanitarios para atenderla ni para gestionarlo
El concepto de ataúdes ecológicos está relacionado con los fabricados en cartón o madera. Si son de madera emplean maderas locales, textiles naturales, barnices al agua y sin componentes tóxicos.
Los átomos que conforman nuestro cuerpo son prestados por el Universo, nuestros átomos nos dan vida pero somos polvo de estrellas que se reciclan, tan pronto morimos vuelven al vacío del que procedemos.
La guía del cementerio natural de Ken West, es una obra que cubre absolutamente todos los aspectos necesarios para crearlo, comprender el mercado, gestionar los hábitats y el entorno natural, valorar los problemas financieros y los problemas de planificación, etc.
La normativa ambiental británica que se aplica a un espacio natural para que sea un cementerio natural o verde es de gran interés. Más de 270 cementerios naturales prueban que no son un problema ni ambiental ni sanitario.
Uno de los retos que algunos diseñadores textiles se plantean es que la ropa con la que vestimos a un fallecido facilite una putrefacción libre de tóxicos que no contamina la naturaleza.
El arte fotográfico de Jeffrey Silverthorne capta la esencia de la muerte e inmortaliza sus cadáveres con espíritu, una realidad intimamente conectada con su entorno, la morgue.
La recuperación de metales estructurales de los féretros como en el interior del cuerpo difunto que salen de la cremación se reciclan por parte de la empresa especializada OrthoMetals los recoge de los crematorios y los recicla.
En España no hay tiempo para planear un funeral ya que debe completarse todo el proceso antes de 48 horas, a la práctica acaba siendo en 24 horas lo que esta rapidez impide celebrar un funeral bien planificado