Una reflexión que la vida nos invita en cada instante, pensar que todo lo que empieza acaba y que el destino es impredecible. Con estas dos ideas podemos afrontar la muerte como algo esencial para vivir más intensamente como huéspedes invitados del planeta Tierra.
Toda Vida, por corta que sea, la humana incluida, siempre responde a un propósito, aunque no siempre sepamos interpretarlo: volver a la Unidad de la qual salimos.
La tumba es como una cuna. Morir al mundo es nacer en la eternidad. Doris Lussier dejó acertadas inspiraciones sobre lo que consideraba la belleza de la muerte. Un ser humano que muere no es un mortal que termina, es un inmortal que comienza. Estas son algunas de la reflexiones de este artista