La tanatopraxia es una práctica inadmisible por razones de salubridad pública e indigna para un cadáver. Sustituir los líquidos corporales naturales por productos químicos de alta toxicidad para el entorno y para los tanatopractores es un atentado ecológico.
La llamada Muerte Positiva (Death Positive), no tiene otra función que la de abrir una grieta al silencio que hay en torno a todos los temas relacionados con la muerte. Cuando la muerte se hace positiva entonces las personas pueden disminuir la ansiedad que rodea a la propia muerte.