La primera condición para organizar un funeral ecológico pasa por disponer de un ataúd de cartón y ahorrar en servicios fúnebres para centrarse en la organización de la despedida del ser querido.

En España empiezan a ofrecerse servicios funerarios con ataúd de cartón para dar el tratamiento post mortem legal. A partir de ahí, la familia puede centrarse en cómo organizar la celebración ritual. Si es con incineración se dispone de más tiempo para organizar la despedida ritual.

La sostenibilidad es una demanda cada día mayor en la sociedad, y el sector funerario no es ajeno a ello. En España, el 87% de los ciudadanos pide servicios funerarios ecológicos y el 38% estaría dispuesto a pagar más por estos servicios (1).

Apostar por el ataúd de cartón
Huella ecológica de varios féretros, con datos basados del report Funeral Industry - Technical Report de 06/07/2023. Elaboración propia.

Es cierto que el cartón se fabrica con madera, pero su producción es más ecológica que la madera de corta local y certificada. Eso es así ya que el cartón en su mayor parte acaba incorporando fibras de cartón recicladas procedentes de la recogida selectiva de papel y cartón usado. (2) (3) (4)

Un ataúd, cuya utilidad a veces no sobrepasa unos pocos días, si es de cartón con fibras recicladas (lo habitual) es más ecológico que el de madera de pino sin tratar de procedencia local. Además, el cartón a diferencia de la madera lleva implícita esta propiedad de producto efímero, que es lo que es un féretro. (5)

El cartón es un producto que además permite diseños de gran calidad y se puede pintar o decorar fácilmente. Una de las principales empresas de féretros en cartón de Francia su principal catálogo lo componen ataúdes con impresión digital. En las propuestas de ataúdes de cartón españolas estos se fabrican en cartón crudo o blanco.

De todas maneras, ya que la belleza no está reñida con la sobriedad propia del cartón, existe también una propuesta española de diseño exquisito del fabricante Resistible.

Esta empresa ha puesto en el mercado un féretro de cartón pensado para que el propio contenedor sea un espacio para expresar sentimientos de agradecimiento o condolencia sobre su superficie.

Dos modelos de ataúdes de cartón disponibles en España (arriba el de Restgreen y debajo el de Dissenys amb Cartró, dec.cat) pintados por la artista Thaïs Borri (thaisborribas.com). Foto: Funeral Natural.

El ataúd de cartón en el crematorio consume algo más de energía que el de madera pues el poder calorífico de esta es mayor. Pero, a pesar de ello, la imagen de simplicidad o ecología queda mejor expresada en el cartón que en la madera.

Contra todo pronóstico, la disponibilidad de ataúdes de madera local y certificada sin tratar no es habitual. Lamentablemente, se nos han condicionado para que lo que "no sea brillante" no lo consideremos digno.

Por tanto, si pensamos en un funeral ecológico, la opción más sensata es escoger un ataúd de cartón o de madera local sin tratamiento alguno, ni barniz al agua. Lamentablemente, la mayor parte de las funerarias no ofrecen ninguna de estas opciones, aunque si ponen adjetivos de "ecológico" sin miramientos.

La razón es clara, cuando más brillante sea el ataúd y más decorado, más fácil será que no cuestionemos su precio, ya que lo habitual es que se multiplique por diez respecto al precio de un baúl decorativo equivalente

Para facilitar que el negocio funerario siga viento, el ataúd de madera brillante es el arma principal de extorsión del sector funerario.

La legislación española, pensada para favorecer al sector obliga a que el ataúd esté homologado bajo la norma UNE 190001, diseñada para favorecer a la industria de ataúdes (¡aunque esto está cambiando lentamente!)

Servicios básicos, dignos y económicos

Aunque no sea el sistema de tratamiento post mortem más ecológico, la cremación directa, organizada sin cita previa, puede ahorrar costes y energía, al igual que la inhumación en nicho (aunque no sea tan ecológica). Esto permite no pasar por tanatorio.

Dada la lujuria de la industria funeraria, lo más importante es simplemente contratar transporte y tratamiento post mortem, dos servicios básicos a las que las funerarias están obligadas de ofrecer. A modo de ejemplo indicamos dos de ellas especializadas en estos servicios de mínimos y dignos (6) (7).

En la cremación directa dispondremos de las cenizas para poder organizar la ceremonia de despedida cuando la familia decida y donde quiera. Esta permite que podamos organizar la despedida un dia festivo en cualquier lugar y facilitar que puedan acudir familiares y amigas.

Esta es la opción que Funeral Natural  recomienda a falta de tratamientos post mortem más ecológicos en España como lo es el compostaje humano o el entierro directo al suelo sin hormigón de por medio.

Nos han vendido la moto de la estética de la exposición del cuerpo en el tanatorio, del amontonamiento de coronas florales con productos tóxicos, de libros de condolencias, etc. .

Para nada las funerarias venden ceremonias vivenciales como por ejemplo propone el fabricante del ataúd Resistible , que es más que un féretro de cartón.

Participar alrededor del ataúd, expresando los sentimientos de familiares y amigos escritos con tiza sobre el ataúd, si que es una despedida emocionante.

Una despedida digna, un funeral vivencial es aquel en que las personas pueden sentirse involucradas en la organización de servicios personalizados que contribuyan a homenajear verdaderamente al ser fallecido.

La aparición de las personas acompañantes en el proceso de la muerte, las doulas del final de vida es una realidad cada vez más clara en España. Algunas de estas personas, a su vez ejercen de celebrantes y diseñan ceremonias de despedidas emotivas y adaptadas al sentir de la familia o el fallecido. Ofrecen un servicio de altísima calidad.

Un funeral no es un ruina, cambiémos los hábitos fúnebres

Un funeral es una ruina porque nos han adiestrado para que consumamos de forma inconsciente un tipo de ceremonia pensada sólo para que sea eficaz y básica para permitir ganar el máximo de dinero.

La mayor parte de los productos funerarios multiplican salvajemente el precio de venta público respecto a lo que seria el mismo producto para otra funcionalidad no funeraria. 

Comparad sino lo que vale un baúl de madera fabricado en China, como pieza de mobiliario decorativo, respecto a un ataúd que no deja de ser un baúl de madera adaptado para colocar cadáveres.

Comparad el precio de un ramo de flores en una floristería convencional con lo que se cobra por una corona funeraria.

Todo el protocolo funerario es el producto de un diseño ritual pensado para sacar dinero aprovechando el shock del impacto que causa la muerte.

Si la muerte fuera una realidad asumida como parte de la vida, nadie se dejaría engatusar por alguien ajeno a los sentimientos de la familia. Las zarpas de la mayor parte de las funerarias españolas son potentes.

Un funeral deja de ser una ruina cuando nos empoderamos y hemos planificado previamente la despedida. De hacerlo así, no nos cuelan el ataúd más caro, ni servicios que no querríamos, pero que por tradición aceptamos.

El Estado español y su complicidad con el sector funerario

El sector funerario sigue manipulando la opinión pública para que asumamos que un funeral es caro. Para ello se ofrecen los seguros de decesos, que regentan empresas millonarias, ya que más de 50% de la población los contrata.

El Gobierno español obliga a pagar el IVA de los servicios funerarios en un 21 %. Esto es así porque sabe del enriquecimiento del oligopolio funenario y sus servicios adicionales. Recordemos sólo un par de datos sobre los beneficios de las empresas de seguros de decesos en España.

A una empresa funeraria por ley le corresponde obligatoriamiente vender el ataúd (homologado, nada de hand made), el transporte y traslado de cadáveres y tramitar la licencia de inhumación o cremación (aunque si la administración fuera transparente, el usuario lo podría hacer). La vela en los tanatorios es opcional ya que se puede hacer la vela en casa.

Lamentablemente, los ayuntamientos no han sabido poner freno al movimiento funerario especulativo. Es más, se han dejado seducir con la concesión de las salas de vela, los tanatorios, los crematorios e incluso los cementerios.

En lugar de garantizar servicios públicos reguladores en el transporte y los tratamientos post mortem, muchos ayuntamientos han entregado el negocio a las funerarias a cambio de miserables ingresos.

Quizás ya es hora que aparezcan emprendedores que asuman servicios funerarios low cost como debe ser. Los funerales deben ser verdaderas fiestas o rituales de despedida emotivos, vivenciales y organizados o asesorados por iniciativas creativas y conscientes.

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