El antropólogo británico Geoffrey Gorer (1905-1985) publicó en 1955 un breve ensayo titulado: “La Pornografía de la Muerte". En este, argumentó que no nos atrevemos a hablar de muerte en público por miedo –al menos desde mediados del siglo XX.
En nuestra sociedad las flores son un ornamento que permite expresar nuestros sentimientos más allá de las palabra. El color, el aroma, la forma de una flor se convierte en un detalle delicado que lleva la huella de nuestra estimación.